martes, 31 de marzo de 2009

Una sencilla receta basándose en sábila o aloe

Una sencilla receta basándose en sábila (alóe), preparada por UN SACERDOTE FRANCISCANO, que no se opone a revelarla, causa revuelo en las montañas de Judea. 'No es un milagro, tú puedes curar el cáncer y otras enfermedades'.
Remedio Natural contra el Cáncer
Lo que van a leer a continuación, salió publicado en el periódico Listín Diario, de Santo Domingo, hace un mes atrás.
Este remedio se le debe a un Fraile Franciscano, que lo llaman, en Belén (Brasil), Fray Romano, de origen brasileño. Actual maestro del seminario de Belén. Su fama a través de toda Judea, se va extendiendo y como él expresa: Yo curo el cáncer y cualquier persona puede hacerlo, sin hacer milagros, simplemente aplicando los productos que produce la madre naturaleza.
Antes de darles la receta, quiero decirles mi experiencia personal .Tengo conocimiento de varias personas que se han curado.
Luego del conocimiento de las virtudes de este medicamento totalmente natural, me he propuesto hacerlo circular, para que cualquier persona que tenga un amigo, pariente relacionado con esta terrible enfermedad prepare la receta y se lo de a tomar.
La Receta es: * 1/2 kilo o litro de miel pura de abejas. * Dos (2) hojas grandes o tres (3) pequeñas de la planta llamada Sábila (en otros países se conoce como ALOE) · * Tres (3) cucharadas de coñac, whisky, tequila o aguardiente (esto se usa como vaso dilatador).
Se le quita el polvo y las espinas a la hoja de Sábila (aloe), se cortan éstas en pequeños trozos, luego se introducen todos los elementos, antes citados, en una batidora eléctrica o licuadora. Se bate hasta que se vea que se forma una pasta viscosa. Ya esta lista para tomar.
Se puede dejar fuera de la nevera o ponerse en el refrigerador, al gusto de cada cual. No debe quitarle la cáscara a la Sábila (aloe), ni colar el remedio.
Fray Romano dice que debe tomarse una cucharada grande, tres (3) veces por día, 15 minutos
antes de cada comida
Esto debe hacerse por 10 días seguidos. Fray Romano aconseja agitar el frasco antes de cada toma. El fraile advierte que si después de haber tomado la bebida salen abscesos en la piel, esto es buen síntoma. Continúa diciendo que si después de la primera toma no se han obtenidos los resultados deseados, repetir después de haberse hecho los exámenes pertinentes a ver si el tumor no ha cedido, beber 4 veces más, hasta la curación total. Desde hace seis (6) años que el fraile está usando esta receta, gratuita, con óptimos resultados. Ha curado a varias decenas de personas en Belén y sus alrededores. El dice que no sólo cura el cáncer, sino que también lo previene. Cura el cáncer de la piel, del cerebro, del pulmón , de la próstata, la leucemia, etc

sábado, 28 de marzo de 2009

Aprender a aligerar los platos

Una herramienta indispensable en un plan dietético de adelgazamiento

La época veraniega se acerca y los meses de abril y mayo suelen ser una temporada dedicada a la pérdida de esos kilos de más ganados durante el invierno. La ayuda profesional en el adelgazamiento es indiscutible, sobre todo cuando hay problemas de sobrepeso u obesidad.

  • Autor: Por ELENA PIÑEIRO
  • Fecha de publicación: 26 de marzo de 2009
  • Fuente: www.consumer.es


Uno de los puntos clave en el que inciden los dietistas-nutricionistas es aprender a confeccionar los platos con menos calorías. A continuación, ofrecemos sugerencias y trucos para aligerar las comidas de consumo corriente, como guisos, ensaladas, purés, carnes, pescados y postres. Para ello se han rescatado sencillos trucos que permiten eliminar unas 100 calorías por preparación, algo muy útil para poder disfrutar de las comidas sin necesidad de obstaculizar la dieta.

El mismo sabor con menos energía

Aunque los alimentos protagonistas de una comida ligera son pobres en grasas y en azúcares sencillos, la forma en la que se preparan es clave para no convertirlos en un plato altamente calórico. Por ejemplo, con frecuencia se cree que la técnica de sofreír es un método de cocción que no añade grasas. No obstante, vegetales como la berenjena, las setas o el calabacín, pueden absorber gran parte del aceite o la mantequilla de la sartén. Por ello, en el caso de las verduras y hortalizas, lo ideal es cocerlas al vapor, en el microondas o hervidas con muy poco agua, y agregar una cucharada sopera de aceite al final. De esta forma se pueden reducir hasta 150 calorías por plato.

El horno es otra opción muy apropiada para este grupo de alimentos. Un plato de calabaza, cebolla, tomate y champiñones asados y aliñados con una salsa de queso quark, media cucharadita de aceite de oliva y mostaza de Dijon aporta 255 kilocalorías por ración, más de 100 calorías menos que un salteado con alimentos similares.

Los aliños y las salsas son otra de las claves para mantener a raya la energía de una buena ensalada. Tan sólo dos cucharadas soperas de aceite de oliva pueden contener 200 kilocalorías, así que cambiar los aderezos de siempre por una salsa de yogur desnatado con un poquito de mostaza, unas gotas de limón y estragón para aromatizar puede reducir el plato en más de 150 calorías. La salsa mimosa con zumo de limón, ajo, perejil y huevo majado también es muy ligera e ideal para combinar con ensaladas de patatas, arroz o pasta.

Tratándose de primeros platos, una buena opción es recrear el puré de patatas, en vez de leche y mantequilla, queso o nata como base se puede utilizar un caldo de verduras o de pollo. Todas los purés, cremas y sopas hechos con leche contienen entre un 25% y 50% más de calorías que los elaborados con caldos, por eso es interesante elegir bien el tipo de sopa y asegurarse de que sus ingredientes no aporten grasa extra.

Segundos platos: calidad, no cantidad

Los alimentos ricos en proteínas como la carne, el pescado y los huevos son la piedra angular de los segundos platos en nuestra gastronomía. Es posible disfrutar de su sabor mientras se está llevando a cabo un plan de adelgazamiento. Para ello es preciso preparar las comidas usando cantidades más pequeñas, utilizando técnicas culinarias que no añadan grasas y poner atención en el tipo de alimento que se elige.

La principal preocupación acerca de la carne debería ser limitar la cantidad de carne grasa y en caso de consumirla retirarle el tejido adiposo visible. La carne a la que no se le han retirado las partes grasas contiene a menudo un 50% más de calorías que aquélla a la que se le han eliminado. Una solución al dilema de la grasa en la carne es comer más pollo, pavo y conejo; una pechuga de pollo sin piel, por ejemplo, tiene tantas proteínas como un bistec y tan sólo una décima parte de la grasa, por tanto más de la mitad de calorías menos.

Para usar la mitad de carne en las hamburguesas, y ahorrar aproximadamente 90 calorías, es una buena idea adicionarle vegetales; por ejemplo, zanahoria rallada, cebolla, espinacas o setas. Así se puede disminuir el consumo de hasta 40 gramos de carne roja por persona, que son unos 4,5 gramos de grasa. El pescado y el marisco acogen muy bien las cocciones al vapor, el hervido o la parrilla, técnicas culinarias que exaltan su sabor y que no añaden grasas a unos alimentos que, exceptuando el pescado azul, no son ricos en este nutriente.

Siempre que se utilice pescado en conserva vale la pena que sea envasado al natural, ya que el conservado en aceite tiene el doble de calorías. De todos modos, si este último es el elegido como ingrediente, es conveniente escurrirlo, e incluso enjuagarlo bajo el grifo. El enjuague del pescado tanto al natural como en aceite, ayuda a retirar además de grasas, el sodio extra que se le añade durante el procesado.

Combinar los alimentos del mar con verduras y pasta o cereales realza la versatilidad de los platos. Además, a la hora de elegir un complemento proteico para una comida hay que tener presente que cualquier pescado blanco o marisco, aporta por término medio unas 100 calorías menos que cualquier carne. Por ejemplo, mientras que una ración de rape contiene unas 130 calorías, una ración de chuleta de cerdo contiene alrededor de 263 calorías.

Pan, bebida y postre

Una bebida alcohólica o un refresco azucarado con gas pueden arruinar todo lo ganado con la confección de unos platos bajos en grasas y azúcares. La mejor bebida que complementa una dieta hipocalórica es sin duda el agua; no obstante, también se pueden utilizar zumos de frutas u hortalizas rebajados con hielo si son comerciales o, en el caso de tomar vino habitualmente, hacerlo con gaseosa.

El pan, tan instaurado en nuestros hábitos alimentarios, debería de ser en este caso un pequeño complemento de los platos. Si es integral no tiene menos calorías pero sí más fibra, que ayuda a saciarse y a comer menos.

El toque final de cualquier comida satisfactoria lo da el postre. Las frutas son la mejor elección; frescas, asadas o como ingredientes de sorbetes, mezcladas con yogur desnatado o en compota. Utilizar frutas para añadir dulzor a los postres es una de las mejores formas de eliminar de la dieta algunas de las tentaciones gastronómicas más peligrosas, como los mousses, los helados y las tartas de todo tipo que suelen coronar cualquier menú de celebración o de restaurante.

CON SABOR ORIENTAL

Los sabores orientales, que se han hecho un hueco importante en nuestras costumbres alimentarias actuales, son una alternativa ideal en la cocina baja en grasas, ya que aportan gran palatabilidad a los platos. El miso y el tamari, los picantes como el wasabi o las salsas agridulces son excelentes saborizantes que, con muy poca cantidad, dan un carácter especial y diferente a cualquier preparación culinaria y ayudan así a evitar la monotonía gastronómica del adelgazamiento.

martes, 24 de marzo de 2009

Aseguran que consumir amaranto favorece longevidad

El consumo de amaranto en adultos mayores mejora su calidad de vida y logra la longevidad, debido a su alto contenido de triptófano, un aminoácido esencial para el organismo que ayuda a regular los niveles de serotonina en el cerebro.
Por: Notimex 14-Marzo-2009México.-

En un estudio estudiantes de la licenciatura en Promoción de la Salud de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México destacan el valor nutricional de la planta cultivada en Santiago Tulyehualco, Xochimilco, conocida como amaranto o huautli.

Los alumnos Abril Pinto y María del Carmen Chávez señalaron que el estudio se presentó en el Congreso Internacional sobre Longevidad en Cuba.Explicaron que la serotonina es, a su vez, un neurotransmisor que se encuentra en varias regiones del sistema nervioso central, y su función está relacionada con el estado de ánimo en las personas. Padecimientos como ansiedad, insomnio, y estrés, se reducen gracias al triptófano.

El amaranto puede considerarse un alimento ideal para las personas de la tercera edad por sus propiedades antidepresivas, evitando en éstas el estrés y mejorando su calidad de vida.

Indicaron que en personas de edad avanzada los cuadros depresivos son comunes, y el consumo de alimentos como el amaranto, así como una vida social sana y activa, mejoran el ánimo de los adultos mayores.

Además la comúnmente llamada alegría tiene un alto contenido proteico, pues posee 16 por ciento más que el maíz y el trigo, e incluso de una calidad superior a las contenidas en la carne.

Además cuenta con propiedades curativas que ayudan a contrarrestar padecimientos de enfermedades como la osteoporosis y la diabetes, "el amaranto se considera un alimento ideal para la gente que padece diabetes, porque carece de gluten (proteína que contiene glucosa).

Asimismo, regula los niveles de colesterol en la sangre y normaliza los niveles de ácido úrico; "éste es un producto de desecho del metabolismo en el cuerpo humano, y la saturación de ácido úrico en la sangre puede dar lugar a un tipo de cálculos renales".

Es necesario reestructurar la dieta alimenticia de la población a través del consumo de alimentos producidos en México como el amaranto, que son una alternativa ante la demanda de comida chatarra en México.--

AHANAOA A. C.Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvaradohttp://www.nutriologiaortomolecular.org/ http://www.seattlees.com/

miércoles, 4 de marzo de 2009

El tahini, deliciosa pasta de sésamo

La sana mezcla de ingredientes, semillas de sésamo y aceite de oliva o girasol, hace del tahini un alimento cardiosaludable

El tahini es uno de los nuevos productos o nuevas recetas que se va introduciendo en nuestra gastronomía. La saludable mezcla de ingredientes convierte al tahini en un alimento que hay que tener en cuenta para elaborar desayunos, almuerzos o meriendas e, incluso, entrantes cardiosaludables. La riqueza en ácidos grasos insaturados de las semillas de sésamo unida a su contenido en sesamol, componente antioxidante, explican sus virtudes nutricionales.

El aspecto negativo para la salud deriva del potencial alergénico de las semillas de sésamo, que provocan una alergia alimentaria cuya incidencia está aumentando en los últimos años.

Saludable condimento

Las semillas de sésamo contienen casi la misma proporción de ácido oleico que de linoleico

El tahini es una sugerente crema que se elabora moliendo con cuidado las semillas de sésamo -también llamado ajonjolí- y mezclándolas con aceite y un poco de agua hasta conseguir una emulsión. Esta crema es típica de la gastronomía de los países del este de Europa, donde se consume como acompañamiento de diversos platos o como aperitivo, al extender la pasta sobre tortas de pan o pan tostado, como alternativa a la mantequilla. Su sabor es pronunciado y se asemeja al de los frutos secos.

En nuestro país, a pesar de que el tahini no es muy conocido en la gastronomía tradicional, constituye un recurso útil en la cocina vegetariana, y permite variar el sabor, la presentación y el carácter de platos diversos. Las semillas de sésamo contienen casi la misma proporción de ácido oleico (monoinsaturado) que de linoleico (poliinsaturado). Dependiendo del aceite que se use para conseguir la emulsión, el tahini será más rico en grasa insaturada (si se añaden aceites de semillas: girasol, maíz o soja) o monoinsaturada (aceite de oliva); pero, en cualquier caso, en aceites saludables.

Además, las semillas de sésamo contienen un antioxidante natural, el sesamol, que hace que tanto el aceite de sésamo como el tahini elaborado con las semillas sean productos muy estables y no se enrancien rápido. En cualquier caso, la crema tiene una cantidad elevada de grasa, y de calorías, ya que aporta unas 600 calorías por 100 gramos de producto. No obstante, por sus componentes saludables, se presenta como un sustituto perfecto a la mantequilla, al queso o a las margarinas.

Tahini casero

El tahini es un preparado fácil de elaborar. Si se decide hacer tahini casero los pasos son pocos y muy básicos. En primer lugar, se tuestan un poco las semillas de sésamo en una sartén sin aceite o se esparcen bien en una bandeja y se tuestan en el horno, entre tres y diez minutos, dependiendo de la cantidad, removiendo a menudo hasta que se perciba su fragancia.

Una vez tostadas las semillas, se trituran con delicadeza y se va añadiendo agua poco a poco hasta conseguir una emulsión con la textura deseada, más o menos espesa, según la preferencia. El último proceso es añadir sal, sin abusar, para que la receta resulte saludable además de agradable al paladar. Hay quienes añaden a esta pasta zumo de limón, lo cual da como resultado una variante de sabor suave y delicado. Admite múltiples condimentos que le darán el carácter a la crema, según se añada ajo en polvo o picado muy fino, pimentón dulce o picante o perejil, entre otros.

Si el tahini se combina con zumo de limón, ajos y garbanzos se obtiene una pasta llamada humus, una especie de paté de garbanzos cuya presencia es frecuente en los menús vegetarianos.

ALERGIA AL SÉSAMO



El creciente empleo de las semillas de sésamo como ingrediente de diversos productos (galletas, cremas de chocolate, bollería, repostería y aperitivos dulces y salados) puede estar asociado a un mayor número de alergias alimentarias, dada su capacidad alergénica. En 2005, una investigación realizada desde el Department of Food Science and Human Nutrition, and Nutritional Immunology Program, de la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU.), encontró un número de informes sobre la alergia al sésamo, en todo el mundo, notablemente superior en los últimos cinco años.

Desde el punto de vista clínico, se diferencian dos formas principales para esta alergia alimentaria: la hipersensibilidad inmediata que a menudo provoca anafilaxia sistémica (la manifestación alérgica más grave que afecta a varios órganos); y la hipersensibilidad retardada a compuestos como la lignina presente en el aceite de sésamo, cuya expresión clínica suele ser la dermatitis de contacto. Dada la gravedad de la reacción alérgica, conviene revisar con atención la lista de ingredientes y la etiqueta de los productos en caso de sospechar alergia a este alimento.

Fuente http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/alimentacion_alternativa/2009/01

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INFORMACION DEL SESAMO

http://www.asesorianutricional.com.ar/respuesta.asp?faq=89&sPreg=Información%20del%20Sésamo