martes, 13 de noviembre de 2007

El lino: Una alternativa para incorporar en la dieta humana el ácido graso omega 3

PROPIA, la Universidad Adventista del Plata y la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del INTA han elaborado un programa de difusión de las bondades del consumo del omega 3 sobre la salud humana de nuestro país, que, además, contempla un apoyo logístico a emprendedores que decidan elaborar productos enriquecidos con omega 3 a partir de la semilla del lino.
Recientemente, la Asociación Americana del Corazón (AHA) dio a conocer un informe anunciando que "se ha demostrado en estudios epidemiológicos y clínicos que los ácidos grasos omega-3 reducen la incidencia de enfermedad cardiovascular (CVD)". Esto significa que los individuos en riesgo de enfermedad cardíaca (CHD) se benefician con el consumo de ácidos grasos omega-3 marinos o derivados de plantas.
Sobre este tema, el Programa de Prevención del Infarto en Argentina de la Universidad Nacional de La Plata (PROPIA-UNLP) se encuentra trabajando en el proyecto "Alimentos funcionales" que se basa en la modificación de la composición lipídica (grasas y aceites) de alimentos de consumo masivo. Esto significa el reemplazo de las grasas saturadas o hidrogenadas presentes en los alimentos por grasas insaturadas.
Esta modificación en las grasas utilizadas en la producción de alimentos se debe a estudios que demuestran que el colesterol no es la única grasa (lípido) presente en los alimentos, existen al menos tres tipos más de grasas: saturadas, hidrogenadas e insaturadas. El colesterol, las grasas saturadas y las hidrogenadas se ubican dentro de lo que se conoce como "grasas malas" o indeseables, ya que su consumo aumenta el colesterol de nuestra sangre; en cambio, la grasa insaturada (omega 3, 6 y 9) es reconocida "grasa buena", ya que en principio es beneficiosa para la salud humana.
El ácido graso omega 3 presente en los vegetales se denomina ácido alfa linolénico tiene 18 átomos de carbono en su molécula y es llamado esencial para los seres humanos y otros animales porque no es producido por estos organismos. Este ácido graso se encuentra en cantidades importantes en la semilla de lino y a partir de él el organismo humano y de otros animales es capaz de elaborar derivados de mayor número de átomos de carbono (20 y 22 principalmente). El derivado de 20 carbonos se denomina EPA y es precursor de moléculas activas importantes para el organismo por disminuir la capacidad de adhesión de las plaquetas de la sangre y de esta manera disminuir la tendencia a la coagulación y por lo tanto reducir la tendencia a la trombosis (formación de coágulos dentro de los vasos sanguíneos ).
Puesto que los ácidos grasos omega 6 y omega 3 compiten por las mismas enzimas pero tienen roles biológicos diferentes, el equilibrio entre ellos en la alimentación debe ser tenido en cuenta. Las recomendaciones sobre la relación según FAO-OMS son: omega 6: Omega 3 = 5:1 a 10:1 Esto quiere decir que por cada unidad de ácidos omega 3 que se ingieran, deberían consumirse entre 5 y 10 unidades de ácidos omega 6 como máximo.
En la historia de la Civilización el desarrollo de la actividad agrícola y luego la revolución industrial modificaron los hábitos alimenticios pasando de una dieta baja en ácidos grasos saturados y equilibrada en ácidos grasos omega-6 y omega-3 a una más rica en los primeros y desbalanceada respecto a los segundos. El balance de ácidos grasos omega-6:omega-3 se perdió en las dietas occidentales. La dieta griega tiene una relación omega-6:omega-3 de 2-1:1 y la japonesa de 4:1. En cambio, la dieta actual de los Estados Unidos tiene una razón de 16:1; el Reino Unido y Europa del Norte de 15:1.
Por otra parte, la agricultura moderna ha aumentado la producción de granos (trigo, cebada, girasol, entre otros) para la alimentación de animales y su carne contiene altas cantidades de ácidos grasos omega 6, contrario a lo que ocurre con los animales silvestres y los criados a pasto. Por ejemplo, la carne de vacas alimentadas con pastos tiene una razón omega 6:omega 3 de aproximadamente 3-2:1, sin embargo, si son alimentadas con granos puede llegar a 20:1.
La mejor forma de aumentar el aporte de ácidos grasos omega 3 a nuestra dieta es consumiendo pescados, mariscos y aceites y semillas ricos en ácido alfa-linolénico (precursor de omega 3) como lino, canola y soja. Así, es posible balancear los ácidos grasos de nuestro organismo.
El equipo de investigadores de PROPIA promueve, a través de convenios de cooperación con empresas y pequeños emprendedores, y controla a través de la Dirección de Vinculación Tecnológica de la UNLP la producción de gran variedad de productos de consumo masivo. Ya se encuentran en el mercado galletitas, huevos de gallina, pan, pollo y pastas frescas. A partir de este proyecto se garantiza que los consumidores puedan acceder a productos más sanos y así poder reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Para que la producción de alimentos saludables sea viable se necesita aumentar los cultivos de oleaginosas que contengan ácidos grasos omega 3. De las oleaginosas cultivadas en nuestro país, el lino es el cultivo con mayor porcentaje de omega 3 en el aceite: 50%, mientras que en canola esta proporción es del 10% y en soja del 8 %.
Nuestro país fue uno de los principales productores y exportadores de lino, pero en los últimos años cada vez es más reducida el área destinada a su cultivo. Si bien toda la zona de la pampa húmeda es apta para su cultivo, en algunas regiones del país sigue siendo una alternativa interesante por sus bajos costos de producción. En la provincia de Entre Ríos, que es donde está concentrada la producción linera, se adapta muy bien a los suelos arcillosos típicos de gran parte de la superficie de esta provincia.
Desde el punto de vista agronómico, su inclusión dentro de la rotación es beneficiosa e introduce una alternativa de producción, especialmente cuando en estos últimos años las enfermedades en trigo en las zonas más húmedas del país, han ocasionado una importante disminución en la superficie de siembra de este cereal.
Los modos de incorporar el ácido graso omega 3 proveniente de la semilla del lino son variados. Puede ser directamente: por el consumo de semillas enteras o molidas, pan, galletitas, dulce de leche, etc.; e indirectamente: a través de huevos, carnes, fiambres y leche de animales alimentados con una proporción de semilla de lino en su ración.
Como fuera ya mencionado, el programa de prevención del infarto en Argentina (PROPIA) de la Universidad Nacional de La Plata junto con empresas de diferentes puntos del país han realizado emprendimientos exitosos de producción y ventas de los productos mencionados anteriormente.

PROPIA-UNLP/INTA/UAP
fuente: http://www.elsitioagricola.com/contenido.asp

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http://www.asesorianutricional.com.ar/articulos-42.htm

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