Los beneficios aparecen cuando los pacientes tienen más de 240 mg/dl del lípido
Lunes 19 de noviembre de 2007 Publicado en la Edición impresa
Una revisión de las investigaciones realizadas en la última década sobre los efectos de la soja en la salud confirma beneficios que en los últimos años generaron dudas y críticas: que consumir proteína de soja reduce el colesterol y previene enfermedades cardiovasculares.
Claro que esto no es igual para todos. En la población con un nivel de colesterol por debajo del límite máximo de 240 mg/dl (el nivel "deseable" es hasta 200 mg/dl), el consumo diario de soja completó una alimentación saludable. Sin embargo, en los pacientes con colesterol total por encima de ese umbral de 240 mg/dl, el consumo de los 25 gramos diarios de proteína de soja recomendados disminuyó significativamente el colesterol total y el colesterol "malo", o LDL. Esto, a su vez, redujo el riesgo cardiovascular.
"La soja es la única leguminosa que tiene proteínas comparables con las del huevo, la leche y la carne. Y cuando hablamos de proteína vegetal, la única que posee los aminoácidos que necesita nuestro organismo es la proteína de la soja", explicó a LA NACION la licenciada en nutrición Antonieta Espinosa Pulecio, miembro de la Asociación Colombiana de Nutrición y consultora independiente de la industria alimentaria. Espinosa llegó ayer a esta ciudad para presentar hoy, en el XVI Congreso Argentino de Nutrición, los resultados del estudio publicado en la revista British Journal of Nutrition .
El colesterol es un lípido que sintetiza nuestro organismo para, por ejemplo, producir las membranas celulares o ciertas hormonas. Pero también se obtiene a través del consumo de los alimentos (carnes rojas, aves, pescado, huevos, manteca, queso y leche entera).
Las frutas, las hortalizas y los cereales no contienen colesterol. "Si comparamos el valor graso de la proteína animal con el de la proteína de origen vegetal, éste está libre de colesterol y tiene bajo nivel de grasas saturadas, además de ser rica en antioxidantes y vitamina E, y tener un índice de alergenicidad menor que el de la leche de vaca", resumió Espinosa.
El nuevo estudio, dirigido por el doctor Cesare Sirtori, del Departamento de Ciencias Farmacológicas de la Universidad de Milán, Italia, analizó 25 estudios publicados en la última década en distintas revistas científicas.
Todos debían reunir ciertos criterios, como definir claramente los niveles de colesterol total y LDL de los pacientes y haber durado más de tres semanas, el tiempo mínimo necesario para que la composición del lípido variara. En todos los estudios, los pacientes con colesterol normal a alto (hasta 300 mg/dl) consumieron los 25 gramos de soja diarios recomendados por la Asociación Estadounidense del Corazón y la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos, niveles a los que adhiere la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).
"Las investigaciones realizados hasta hoy nos convencen de que la soja y la proteína aislada de alta calidad resultan ser un alimento muy valioso para incorporar en el plan alimentario diario -subrayó el doctor Silvio Schraier, presidente de la SAN-. Los estudios clínicos evidencian que el consumo de cantidades adecuadas de proteína de soja es ventajoso para la salud y modifica algunos factores de riesgo de las enfermedades crónicas."
El trabajo que se presenta hoy concluyó que, con ciertas modificaciones, se confirman en general los resultados de una revisión previa, publicada en 1995, que promovió críticas y dudas. Según los nuevos resultados, una alimentación que incluya 25 gramos de soja o proteína de soja -ya sea que reemplacen o no proteínas derivadas de los lácteos o de las carnes- logró reducir 3,6 mg/dl de colesterol en los individuos con colesterol normal (de 200 mg/dl o menos); 5 mg/dl en las personas con hipercolesterolemia leve (de 200 a 225 mg/dl) y 18,5 mg/dl en los pacientes con hipercolesterolemia moderada (de 259 a 333 mg/dl).
No se evaluaron pacientes con colesterol por encima de 335 mg/dl (hasta 410 mg/dl se considera hipercolesterolemia grave) porque reciben obligatoriamente fármacos para reducir el nivel de lípidos en la sangre. "Este estudio demuestra que basta con agregar soja a la alimentación para obtener sus beneficios -dijo Espinosa-.
Lo importante es incorporarla diariamente y, si se desea, se puede reemplazar una de las comidas con proteína animal por proteína vegetal y bebidas con soja para alcanzar los gramos diarios recomendados." Para esto, aseguró la nutricionista colombiana, es indispensable que comencemos a leer las etiquetas de los productos que se comercializan.
Por Fabiola Czubaj De la Redacción de LA NACION
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