lunes, 3 de diciembre de 2007

Cocina para principiantes

El reto de enfrentarse por primera vez a la cocina puede resultar mucho más fácil de lo que parece si se conocen algunos trucos y recetas muy sencillas

Cuando no se tiene la costumbre de cocinar ni de hacer la compra, un poco de organización e interés bastan para poder llevar a cabo una dieta sana y equilibrada en la que no se abuse de la comida rápida ni de los precocinados, muy fáciles de preparar pero no siempre saludables.

Primer paso, la compra
El seguimiento de unas sencillas pautas permite realizar una compra económica y sana que permitirá organizar tanto la despensa como las comidas. Para empezar, el momento de hacer la compra trae consigo un problema bastante común. Existen tantos tipos y variedades de productos que resulta prácticamente imposible decantarse por alguno. En esta elección, el etiquetado de los alimentos juega un papel fundamental, ya que dedicar unos segundos a leerlo permite conocer las principales características del alimento a adquirir y hacerse una idea aproximada de la relación calidad-precio.
Es importante tener en cuenta la vida útil de los productos, por lo que resulta imprescindible fijarse en la fecha de caducidad. Así se puede organizar más fácilmente la despensa y el frigorífico y, por lo tanto, saber la cantidad de alimento que se puede comprar para que dé tiempo a consumirlo sin que caduque. Por ejemplo, conviene comprar la fruta y la verdura, así como la carne y el pescado, en pequeñas cantidades, ya que son alimentos perecederos. Sin embargo, la pasta, el arroz, las legumbres y las conservas pueden adquirirse en cantidades mayores, ya que tienen una vida útil más larga.
Puede resultar muy práctico confeccionar una lista de la compra antes de salir de casa. En ésta se apuntarán todos lo alimentos que se hayan agotado o estén a punto de acabarse, para que así nunca falte de nada.

Los reyes de los primeros platos
Conviene comprar la fruta, la verdura, la carne y el pescado en pequeñas cantidades, ya que son alimentos perecederos
Cuando se pone por primera vez un pie en la cocina, conviene saber que se pueden elaborar numerosos y muy variados platos de una forma sencilla y en poco tiempo. Existen infinidad de recetas que incluyen todo tipo de alimentos y que no requieren excesivos conocimientos culinarios.
Uno de los platos más sencillos de preparar, y al mismo tiempo uno de los más sanos y nutritivos, son las ensaladas. Presentan numerosas variantes, ya que pueden estar elaboradas solamente con vegetales e incluir alimentos proteicos como jamón, queso, atún o huevo, o bien otros variados como la pasta, el arroz e, incluso, las legumbres.

El rey de los primeros platos para quienes no tienen mucha experiencia en la cocina es, sin duda, la pasta. Su éxito se debe a que se elabora con una simple cocción y a que, junto con cualquier tipo de salsa o guarnición, permite obtener platos realmente deliciosos. Entre algunos ejemplos se encuentran la pasta con verduras, con salsa boloñesa o, simplemente, con tomate y un poco de cebolla.

El arroz es, con la pasta, otro de los alimentos más socorridos, mientras que las legumbres y verduras no suelen ser elegidas de forma frecuente. Esto puede ser debido a que si se quieren cocinar legumbres secas es necesario dejarlas en remojo durante unas horas, por lo que puede parecer que el modo de elaboración se complica. Sin embargo, una vez que han transcurrido esas horas, lo único que hay que hacer es cocer la legumbre junto con los alimentos que deseemos, como verdura (un puerro y una zanahoria), carne e incluso pescado (el bacalao le va muy bien). Existen también conservas de legumbre con las que se pueden obtener muy buenos resultados pero con el mínimo tiempo de preparación

Con las verduras ocurre algo parecido. Si bien se tiene la idea de que preparar un plato de verdura cocida es muy laborioso, lo único que hay que hacer en realidad es limpiarla bien y cocerla, teniendo en cuenta que si la cocción se lleva a cabo en un olla a presión, el tiempo de preparación del plato va a reducirse considerablemente. Se puede optar por adquirir verduras en bote o congeladas que, además de resultar muy fáciles de preparar, pueden conservarse durante más tiempo. Es conveniente, sin embargo, y siempre que sea posible, consumir los alimentos frescos, ya que estos conservan todas sus propiedades nutritivas y mantienen intacto su sabor.
Las verduras congeladas o en bote resultan muy fáciles de preparar y se conservan durante más tiempo

En cuanto a los segundos platos, por lo general, se opta por preparar filetes de ternera o cerdo a la plancha fáciles de elaborar. Sin embargo, hay muchas otras formas de preparar la carne, igualmente sencillas pero que van a hacer que la alimentación no resulte monótona o aburrida. El simple hecho de añadir una guarnición o una salsa al filete hace que el plato resulte mucho más atractivo. Este acompañamiento puede elaborarse a base de pimientos, champiñones y diferentes hortalizas salteadas, o bien mediante la elaboración de salsas de tomate o de queso elaboradas en el momento, y que hacen que el filete adquiera un aroma, sabor y presencia propios del mejor chef.

Algo parecido ocurre con el pescado, ya que no sólo puede cocinarse a la plancha o rebozado, sino que también puede prepararse al horno o, incluso, al microondas, acompañado de verduras, patatas o de diferentes salsas (la popular salsa verde, por ejemplo, muy sencilla y rápida de elaborar).
Fuente: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/adulto_y_vejez/2007/11/28/111360.php

Menús y recetas fáciles
http://www.asesorianutricional.com.ar/recetas.html

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