jueves, 20 de septiembre de 2007

Frijoles pintos ayudan a bajar el colesterol

Destacan expertos que los frijoles se les considera un alimento muy accesible y barato para todos, rico en proteínas, fibra y minerales

EFE.- El Universal.- Miércoles 19 de septiembre de 2007

El consumo de frijoles pintos, parte fundamental de la dieta de la comunidad hispana, contribuye a la disminución del colesterol, según un informe de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) .
"Los fríjoles se les considera un alimento muy accesible y barato para todos, rico en proteínas, fibra y minerales" , dijo hoy en entrevista Donna Winham, profesora en nutrición en ASU y directora del estudio.
Estos granos forman parte importante de la dieta diaria de la mayoría de los inmigrantes provenientes de países latinoamericanos, así como de las familias hispanas que viven en los Estados Unidos.
Los diecisiete participantes del estudio consumieron media taza de fríjoles pintos diaria por un periodo de ocho semanas consecutivas.
Comieron los fríjoles como ellos quisieron, algunos solamente los cocieron, otros les agregaron otros ingredientes como jitomate y cebolla" , explicó Winham, cuya investigación se concentra principalmente en el consumo de productos diarios para reducir el riesgo de enfermedades del corazón y la diabetes tipo 2.
Indicó que el único requisito fue no los cocinaran con manteca de cerdo o tocino.
"Al final del estudio encontramos que el consumo diario de los fríjoles ayudó para que en promedio los participantes redujeran su colesterol en un ocho por ciento" , dijo la experta.
Manifestó que este resultado es sumamente significativo ya que demuestra que el consumo de un producto que se puede encontrar fácilmente en cualquier supermercado puede beneficiar a la larga la salud de la persona.
Un tercio de los participantes era de origen hispano, entre los 20 y 65 años de edad.
Siguiendo con los resultados, Winham planea dar seguimiento al consumo de fríjoles pintos principalmente entre inmigrantes, ya que -según dijo- otros estudios han demostrado que cuando una persona emigra a EU, cambia su dieta en ciertos aspectos.
"Los inmigrantes comienzan a consumir comida rápida cuando llegan a este país, dejando un poco su comida tradicional" , sostuvo.
En su opinión, la vida diaria de este país algunas veces se convierte en un obstáculo ya que las amas de casa comienzan a trabajar y no tienen tiempo para cocinar fríjoles.
"Algunas de ellas optan por comprarlos enlatados, mientras que otras simplemente los sustituyen por otros ingredientes" , puntualizó.
La investigadora manifestó que también buscará los fondos necesarios para llevar a cabo estudios similares con otros tipos de fríjoles, como los negros, que son sumamente populares en el centro y sur de México y otros países caribeños.
"Las diferentes variedades de fríjoles pueden tener impactos diferentes en su consumo" , agregó.
La investigación fue financiada gracias a un fondo de 187.000 dólares otorgado por la Alianza de Fríjoles por la Salud a través de la Agencia Internacional por el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID) .
La nutricionista señaló que es importante buscar la forma de integrar productos saludables a la dieta diaria, particularmente en hispanos que tienen alto riesgo de desarrollar diabetes.
"El alto colesterol también se relaciona con problemas de la presión alta y enfermedades del corazón" , dijo Winham.
Una de las participantes del estudio fue Esther Martínez, quien reconoció que su familia toda la vida ha comido fríjoles pintos, pero refritos con "mucha manteca" .
"Este estudio fue una oportunidad para mí de hacer un cambio en mi vida y en mi dieta, ya que mi colesterol se encontraba muy cerca de los 200, lo que me ponía en un alto riesgo de desarrollar diabetes" , dijo Martínez.
"Ahora los como solamente cocidos con tomate fresco y chiles verdes, si los quiero refritos utilizo queso o aceite de canola" , finalizó.

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sábado, 15 de septiembre de 2007

OTORGAR PROTAGONISMO AL PESCADO

Pescado sin espinas

Las espinas del pescado pueden suponer un peligro para los más pequeños y existe miedo a que se las traguen o se atraganten con ellas. La solución a este inconveniente es sencilla: ofrecer el pescado en filetes o lomos sin espinas, en lugar de rodajas, hasta que sean más conscientes de lo que están comiendo. La oferta de estas presentaciones sin espina es muy grande, sobre todo en pescado congelado (merluza, halibut, lenguado, emperador, colas de rape...), aunque también se puede pedir que éstos mismos y otros más (perca, mero, rape, atún, bonito, chicharro...) los limpien en la pescadería.

Variar la elaboración

A los niños y niñas les resulta monótono y aburrido comer pescado porque se prepara o se condimenta siempre de la misma manera (frito, rebozado o empanado). La alternativa para que ésta no sea la razón de su rechazo es sencilla: cambiar la preparación, la condimentación y la guarnición que acompaña al pescado; cocinarlo de forma que les resulte apetecible. Empanadillas, croquetas, buñuelos, albóndigas, pizzas, flanes de pescado, lasaña o canelones, en tortilla, con salsas diversas, con patatas, acompañado de verduras, frito, a la plancha, al horno, a la parrilla, relleno... Con una pizca de ingenio, un pescado se puede convertir en un plato muy apetitoso.

Disimular el sabor del pescado

Es un tópico afirmar que a muchos niños y niñas no les gusta el pescado, cuando puede ser todo lo contrario. Bien es cierto que hay quienes lo rechazan porque lo encuentran muy insípido comparado con otros alimentos, mientras que a otros niños y niñas el sabor y el olor de algunos pescados, sobre todo los azules, les resulta muy fuerte.

Para evitar caer en la monotonía de ofrecer siempre los mismos pescados, hay trucos que pueden solucionar este inconveniente. Macerar los pescados con limón, aceite y hierbas aromáticas, acompañarlos de salsas diversas y de guarniciones de verduras y hortalizas, patatas o arroz, son maneras prácticas y sencillas de cambiar el sabor del plato.

Si se cocina hervido o a la plancha, el sabor y olor a pescado está más marcado, por lo que se puede atenuar o disimular su sabor sin ocultarlo del todo, de manera que el niño o la niña vaya identificando y conociendo los sabores de los alimentos que come. Con el acompañamiento de distintas salsas (bechamel, mayonesa, salsa rosa, salsa verde...) y las diferentes formas de preparación (horno, papillote, escabeche, rebozado, empanado...) se suaviza su sabor.

Platos de pescado que "llenen"

El tipo de proteína característica de los pescados, distinta a la de las carnes, hace que los primeros sean, en general, más fáciles de digerir. Eso es lo que provoca que los niños y niñas con más apetito noten el estómago "vacío" a las pocas horas de comer pescado. Aunque esta sensación depende del contenido en grasa del pescado (los azules tienen más grasa y su digestión es más lenta), de la forma de cocinado y de cuál sea su acompañamiento.

Un pescado al horno o guisado y acompañado de patatas, guisantes o arroz, como puede ser un chicharro o jurel al horno con cebolla y patatas panadera, "llena" tanto o más que un filete con patatas.

Aprovechar la oferta ilimitada de pescados

Es frecuente que en la familia o en el colegio se tenga la costumbre de comer sólo 2 ó 3 especies de pescado (merluza, lenguado y sardinas, por ejemplo), y además se cocinan de la misma forma e incluso los mismos días de la semana, lo que puede resultar muy monótono y aburrido para los niños y niñas.

La clave para evitar este problema es ofrecerles desde muy pronto una dieta variada, y de esta manera se está educando su gusto y es más fácil que acepten un mayor número de alimentos. Respecto al pescado y al marisco, la oferta de estos alimentos es muy extensa, como lo es su forma de presentación (fresco, congelado, enlatado, precocinado) y de preparación. La cuestión es probar con distintas especies, encontrar las que más gusten y aprovechar las ofertas de pescado de cada temporada.

¿Pescado fresco, congelado o en conserva?

Hoy en día, gracias a los avances tecnológicos, los alimentos congelados son muy nutritivos porque la congelación no altera sus cualidades. Además, el pescado congelado se conserva en perfecto estado durante más tiempo que el fresco, que se estropea rápidamente. Por tanto, si no se va a consumir el pescado de inmediato, es preferible comprarlo congelado o congelarlo si se adquiere fresco. Además, por lo general el pescado congelado es más barato que el fresco y no tiene desperdicio, está limpio de espinas y sin piel, una ventaja para ofrecérselo a los niños y a las niñas. La oferta es muy variada; merluza, emperador, rape, bacalao, halibut, lenguado, congrio... al igual que la presentación (filetes, ruedas, lomos, troncos, colas, varitas).

Las conservas de pescado son otra opción para hacer más variada la dieta de los más pequeños y se pueden añadir a ensaladas, pizzas, empanadas. También sirven para elaborar ricos bocadillos (de atún, de anchoas o de sardinas), o como ingrediente de platos de arroz o pasta (macarrones, canelones o lasaña). Mantienen muchos nutrientes del pescado fresco como las proteínas de alto valor biológico y las grasas. Hay que tener en cuenta el tipo de conserva; si es "en aceite", "en escabeche" o "al natural", lo que afecta a su valor energético, a la cantidad y calidad de la grasa y también a su sabor.

MANERAS ATRACTIVAS DE COCINAR PESCADO

Sopas de pescado

El pescado que sirve como ingrediente para el cocido proporciona al caldo, sabor y muchos nutrientes.

Una sopa de pescado caliente entona el cuerpo, y puede resultar interesante cuando el niño o la niña llega a casa destemplado o inapetente. Para que sea un plato energético, se le puede agregar pasta fina (fideos, estrellas...), arroz, sémola o patata cocida, pescado desmenuzado.

Primeros platos con pescado "consistentes"

Paella con congrio, rape y gambas; arroz con chipirones; macarrones con sardinas y tomate, espaguetis con atún; lasaña de bonito; patatas con bonito (marmitako)... Estos son algunos nombres de recetas que forman parte de una lista innumerable de platos en los que con la combinación de vegetales y productos de mar se consigue un plato consistente, nutritivo y equilibrado. Con ellos se vincula el pescado a otros alimentos muy estimados por los niños y niñas, como la pasta, el arroz o las patatas.

Ensaladas, ensaladillas

El atún o el bonito en conserva mezclado con las ensaladas es algo a lo que muchos niños y niñas ya están acostumbrados. Esto mismo se puede hacer con el resto de conservas (anchoas, sardinas) y crear ensaladas variadas con distintos sabores. Se pueden ofrecer conservas de marisco (pulpo, mejillones, berberechos...), en ensalada o como aperitivo. O se pueden presentar en forma de brocheta para que comer pescado les resulte más divertido. Por ejemplo: brocheta de langostinos, pulpo y tomates cherry.

Flanes de pescado

Una manera original de comer este alimento. Se pueden servir fríos o calientes, y combinan muy bien con verduras, con lo que se crean platos más variados, vistosos, sabrosos y nutritivos. Algunas sugerencias: flan frío de espárragps y gambas, budín de cabracho, pastel de salmón... y más que pueden encontrar en esta guía.

Relleno de platos: pimientos, croquetas, empanadillas, huevos

Una manera de aprovechar restos de comida o de incluir el pescado y disimular su sabor. Se varía el menú y la presentación de los platos, y se consigue lo que se pretende: que los niños y niñas coman pescado y se acostumbren a su sabor. Se puede hacer más cantidad y se congela, lo que ayuda improvisar una comida o una cena.

En tortilla

Las tortillas o los revueltos que llevan pescado resultan sabrosos y muy nutritivos.

Tortilla de bacalao, revuelto de ajos frescos o espinacas y gambas, de atún, de sardinas o de anchoas... son algunas de las sugerencias que se brindan para comidas o cenas.

En bocadillo

Los embutidos son uno de los alimentos que los niños toman con más frecuencia en bocadillo y la bollería también está a la orden del día. Así que una alternativa muy nutritiva, más saludable, y que les puede resultar deliciosa es preparar bocadillos con pescados en conserva, como, por ejemplo, bocadillo de atún o bonito y rodajas de tomate; de atún y queso; de sardinas y unas gotas de aceite o un poco de mantequilla; de anchoas y queso; vegetal con atún o anchoas; de salmón ahumado con queso a las finas hierbas; de paté de atún; de mojama... El gusto es educable, así que nunca es tarde para probar nuevos sabores. ¡Sorpréndeles!

Pizzas caseras

Incluir trozos pequeños de pescado como un ingrediente más de las pizzas, tan apreciadas por los más pequeños, es una manera más de fomentar el consumo de este alimento. Se puede emplear pescado en conserva, ahumado, congelado o cocinado a la plancha. Si se combina con vegetales resulta un plato muy completo y equilibrado. Pizza de atún, con sardinas o anchoas, con salmón ahumado, marinera (trozos de rape, gambas y palitos de cangrejo)... son algunas de las opciones.

Fuente:http://pescadosymariscos.consumer.es/

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INFORMACION ACIDOS GRASOS ESENCIALES:
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lunes, 10 de septiembre de 2007

El poder dilatador de la sandía

El consumo de un vaso de zumo de sandía en cada comida y durante tres semanas podría disminuir, según un estudio, la presión sanguínea

La sandía es tal vez la más estival de las frutas. Su pulpa fresca, dulce y jugosa calma tanto el hambre como la sed. Expertos norteamericanos confirman ahora en un modesto estudio que su zumo podría constituir una fuente natural muy rica en L-arginina, aminoácido dilatador de los vasos sanguíneos

Investigadores de la Universidad A&M de Texas, la universidad de Nevada y la Universidad del estado de Oklahoma han firmado en la revista Nutrition un artículo en el que presentan al zumo de sandía como una nueva y prometedora fuente natural de L-arginina, un aminoácido precursor del óxido nítrico, vasodilatador esencial en la función del endotelio vascular.

El consumo de un vaso de zumo de sandía en cada comida y durante un periodo de tres semanas, subraya la nutricionista y directora del estudio Julie Collins (Colegio Estatal Oriental de Oklahoma), se traduce en un aumento del 18% de la síntesis de óxido nítrico, con la consiguiente disminución de la presión sanguínea. «Estudios clínicos que habían intentado administrar L-arginina de forma oral tuvieron que interrumpirse debido a los efectos secundarios que provocaba esta forma de administración. Con el zumo de sandía se palian las náuseas, diarreas y malestar gastrointestinal propios de la L-arginina, puesto que el aminoácido se incorpora al tracto intestinal en forma de L-citrulina, también aminoácido aunque de acción neutra».

Otra ventaja de la L-citrulina es que, para convertirse en L-arginina, requiere un consumo importante de amoníaco y, de este modo, beneficia también a pacientes con trastornos metabólicos que producen demasiado amoníaco y que aparecen como consecuencia del estrés y de diversas infecciones.

L-citrulina

Los investigadores estadounidenses reclutaron a 23 voluntarios sanos y les asignaron tres protocolos: uno sin zumo de sandía, otro con 780 g diarios de zumo y un tercero con 1.560 g (cantidades que corresponden a una ingesta exacta de 0,1 o 2 g diarios de L-citrulina). Tras tres semanas, el equipo de Collins averiguó que las dosis de L-arginina en el grupo que no consumió zumo de sandía no habían aumentado con respecto a los valores basales, aumentaron un 11% en los del grupo de 780 g y un 22% en el grupo de 1.560 g. Los niveles de ornitina, un catabolito de la L-arginina en su síntesis de óxido nítrico, también aumentaron un 18% en el grupo que consumió más zumo. La duración del ensayo se limitó a tres semanas, ya que en estudios previos llevados a cabo en animales de experimentación se observó un efecto deletéreo de la L-citrulina, alterando los niveles fisiológicos de otros aminoácidos esenciales. «Sin embargo, esta alteración no se ha constatado en la clínica humana», indica Collins. La citrulina, aminoácido presente en la corteza de la sandía, es una potencial sustancia para la exploración de numerosas vías metabólicas del cuerpo humano relacionadas con el sistema cardiovascular. De hecho, los investigadores americanos informan de que la sandía es también una fuente muy rica en licopeno y que, en este sentido, esta fruta podría rivalizar con el mismísimo tomate en la prevención del cáncer de próstata.

Africana y multifuncional

La riqueza en licopeno de la sandía la convierte en un digno rival del tomate en la prevención del cáncer de próstata

La sandía (Citrullus lanatus) es un melón original del África más meridional, cuyas pepitas se distribuyen por toda la pulpa rosácea en lugar de concentrarse en el centro. Su piel exterior es satinada y de coloración verde y pálida.

Los gastrónomos sacan un provecho excelente de esta fruta, empleada tanto en postres como en entrantes en forma de sopa fría. Pese a su sabor dulzón característico, combina muy bien con la sal, el queso fresco y el feta en la composición de numerosas ensaladas. Cortada a trozos y rociada con zumo de lima constituye también un tentempié sano y apetecible. Curiosamente, los expertos en sales marinas de diferente composición y de utilización como condimento suelen ensayar su gusto original espolvoreándolas sobre sandía. Se dice que un poco de sal y pimienta refuerzan más aún el sabor auténtico de la fruta.

A quienes protestan por la confusa disposición de las semillas de sandía dentro de la pulpa, es oportuno informar de que existen variedades sin pepita y que, en las tiendas más especializadas en fruta, se encuentran muestras de ambos tipos. Collins habla, en los resultados de la investigación, de las excelencias del zumo de sandía, y los consumidores equipados con licuadora pueden sacarle partido a sus conclusiones.

Pero los más sofisticados pueden ir aún más allá y ensayar un batido de sandía con helado de vainilla. Se trata de llenar el recipiente de una batidora con dos terceras partes de helado de vainilla y una tercera parte de zumo de sandía. Posteriormente, tan solo remover, enfriar y servir esta bebida tan reconstituyente como refrescante.

El misterio de las cajas de cristal

La sandía se saborea mejor fresca, pero es todo un problema hallar un hueco en la nevera para guardar a una curcubitácea de excesivas dimensiones. Su forma de pelota acentúa, además, la inestabilidad a la hora de ubicarla o desmenuzarla con un cuchillo sin que se escape del punto de corte, patine por su lisa piel y ocasione algún que otro accidente doméstico.

Hace 20 años un agricultor japonés de la isla de Shikoku dio con la solución a estos problemas con el descubrimiento de la sandía cúbica. No se trata de un rediseño genético ni de un proceso de hibridación, sino de habilitar unas cajas de cristal en las germinaciones de la planta para que el fruto crezca adaptándose al cubículo que lo envuelve. Lo malo es que, como ocurre con la suculenta carne de buey de Kobe, las estridencias gastronómicas se pagan muy caras en el país del sol naciente. Una sandía cúbica, cultivada de este modo artesanal, puede costar la friolera de 80 euros, lo que la convierte en una suculencia de primer orden en los restaurantes más exquisitos de Tokio u Osaka, aunque no precisamente en la estrella de los mercados.

Fuente:Autor: JORDI MONTANER | Fecha de publicación: 4 de septiembre de 2007 http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/adulto_y_vejez/Re

Receta con zumo de sandia

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lunes, 3 de septiembre de 2007

Los regalos en forma de comida son cada vez más populares

En los últimos años se ha producido un descenso del mercado general del regalo y un fuerte aumento de los obsequios que contienen alimentos, sobre todo chocolate

Según un informe publicado por Packaged Facts (proveedor principal de estudios de mercado en bienes de consumo, comida y bebida y servicios domésticos y financieros), el mercado del regalo alimentario estadounidense ha aumentado un 47% entre 2004 y 2006. Este aumento contrasta con el descenso del mercado general del regalo, debido a un estancamiento demográfico del principal público objetivo (niños y niñas menores de 14 años) y por la imparable sensación del «no saber qué comprar».
Sin embargo, la gente quiere regalar, y la principal solución se ha encontrado, de forma más o menos generalizada, en ofrecer comida como regalo. Quizás porque pueden ser compartidos o porque producirán un placer seguro, los alimentos se han convertido en obsequio.

Para la elaboración del informe se han usado conjuntamente los resultados de dos encuestas, una del Simmons Market Research Bureau, llevada a cabo durante el 2006 con 24.500 consumidores, y otra de Packaged Facts, del 2007 y con 1000 encuestados. En éste, se cita al chocolate como regalo alimentario más popular, respuesta coincidente en la mitad de los participantes. Los dulces en general también son uno de los regalos más recurrente.

El chocolate ha resultado ser también el regalo más barato, ya que los consumidores no acostumbran a pagar más de $20. Sin embargo, el comprador está dispuesto a pagar más si se trata de regalos más especializados. En este caso, un 14% de los encuestados estaría dispuesto a gastar más de $50 (normalmente estos regalos incluyen recipientes que complementan al alimento y que funcionan como un regalo más).

Se espera que el mercado de los regalos alimentarios continúe su tendencia creciente en los próximos años. En total, se prevé un aumento del 45% para el año 2010.


Fuente: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion