lunes, 26 de noviembre de 2007

Confirman que la soja reduce el colesterol y protege el corazón

Los beneficios aparecen cuando los pacientes tienen más de 240 mg/dl del lípido
Lunes 19 de noviembre de 2007 Publicado en la Edición impresa

Una revisión de las investigaciones realizadas en la última década sobre los efectos de la soja en la salud confirma beneficios que en los últimos años generaron dudas y críticas: que consumir proteína de soja reduce el colesterol y previene enfermedades cardiovasculares.

Claro que esto no es igual para todos. En la población con un nivel de colesterol por debajo del límite máximo de 240 mg/dl (el nivel "deseable" es hasta 200 mg/dl), el consumo diario de soja completó una alimentación saludable. Sin embargo, en los pacientes con colesterol total por encima de ese umbral de 240 mg/dl, el consumo de los 25 gramos diarios de proteína de soja recomendados disminuyó significativamente el colesterol total y el colesterol "malo", o LDL. Esto, a su vez, redujo el riesgo cardiovascular.

"La soja es la única leguminosa que tiene proteínas comparables con las del huevo, la leche y la carne. Y cuando hablamos de proteína vegetal, la única que posee los aminoácidos que necesita nuestro organismo es la proteína de la soja", explicó a LA NACION la licenciada en nutrición Antonieta Espinosa Pulecio, miembro de la Asociación Colombiana de Nutrición y consultora independiente de la industria alimentaria. Espinosa llegó ayer a esta ciudad para presentar hoy, en el XVI Congreso Argentino de Nutrición, los resultados del estudio publicado en la revista British Journal of Nutrition .

El colesterol es un lípido que sintetiza nuestro organismo para, por ejemplo, producir las membranas celulares o ciertas hormonas. Pero también se obtiene a través del consumo de los alimentos (carnes rojas, aves, pescado, huevos, manteca, queso y leche entera).

Las frutas, las hortalizas y los cereales no contienen colesterol. "Si comparamos el valor graso de la proteína animal con el de la proteína de origen vegetal, éste está libre de colesterol y tiene bajo nivel de grasas saturadas, además de ser rica en antioxidantes y vitamina E, y tener un índice de alergenicidad menor que el de la leche de vaca", resumió Espinosa.

El nuevo estudio, dirigido por el doctor Cesare Sirtori, del Departamento de Ciencias Farmacológicas de la Universidad de Milán, Italia, analizó 25 estudios publicados en la última década en distintas revistas científicas.

Todos debían reunir ciertos criterios, como definir claramente los niveles de colesterol total y LDL de los pacientes y haber durado más de tres semanas, el tiempo mínimo necesario para que la composición del lípido variara. En todos los estudios, los pacientes con colesterol normal a alto (hasta 300 mg/dl) consumieron los 25 gramos de soja diarios recomendados por la Asociación Estadounidense del Corazón y la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos, niveles a los que adhiere la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).

"Las investigaciones realizados hasta hoy nos convencen de que la soja y la proteína aislada de alta calidad resultan ser un alimento muy valioso para incorporar en el plan alimentario diario -subrayó el doctor Silvio Schraier, presidente de la SAN-. Los estudios clínicos evidencian que el consumo de cantidades adecuadas de proteína de soja es ventajoso para la salud y modifica algunos factores de riesgo de las enfermedades crónicas."

El trabajo que se presenta hoy concluyó que, con ciertas modificaciones, se confirman en general los resultados de una revisión previa, publicada en 1995, que promovió críticas y dudas. Según los nuevos resultados, una alimentación que incluya 25 gramos de soja o proteína de soja -ya sea que reemplacen o no proteínas derivadas de los lácteos o de las carnes- logró reducir 3,6 mg/dl de colesterol en los individuos con colesterol normal (de 200 mg/dl o menos); 5 mg/dl en las personas con hipercolesterolemia leve (de 200 a 225 mg/dl) y 18,5 mg/dl en los pacientes con hipercolesterolemia moderada (de 259 a 333 mg/dl).

No se evaluaron pacientes con colesterol por encima de 335 mg/dl (hasta 410 mg/dl se considera hipercolesterolemia grave) porque reciben obligatoriamente fármacos para reducir el nivel de lípidos en la sangre. "Este estudio demuestra que basta con agregar soja a la alimentación para obtener sus beneficios -dijo Espinosa-.

Lo importante es incorporarla diariamente y, si se desea, se puede reemplazar una de las comidas con proteína animal por proteína vegetal y bebidas con soja para alcanzar los gramos diarios recomendados." Para esto, aseguró la nutricionista colombiana, es indispensable que comencemos a leer las etiquetas de los productos que se comercializan.

Por Fabiola Czubaj De la Redacción de LA NACION

martes, 13 de noviembre de 2007

El lino: Una alternativa para incorporar en la dieta humana el ácido graso omega 3

PROPIA, la Universidad Adventista del Plata y la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del INTA han elaborado un programa de difusión de las bondades del consumo del omega 3 sobre la salud humana de nuestro país, que, además, contempla un apoyo logístico a emprendedores que decidan elaborar productos enriquecidos con omega 3 a partir de la semilla del lino.
Recientemente, la Asociación Americana del Corazón (AHA) dio a conocer un informe anunciando que "se ha demostrado en estudios epidemiológicos y clínicos que los ácidos grasos omega-3 reducen la incidencia de enfermedad cardiovascular (CVD)". Esto significa que los individuos en riesgo de enfermedad cardíaca (CHD) se benefician con el consumo de ácidos grasos omega-3 marinos o derivados de plantas.
Sobre este tema, el Programa de Prevención del Infarto en Argentina de la Universidad Nacional de La Plata (PROPIA-UNLP) se encuentra trabajando en el proyecto "Alimentos funcionales" que se basa en la modificación de la composición lipídica (grasas y aceites) de alimentos de consumo masivo. Esto significa el reemplazo de las grasas saturadas o hidrogenadas presentes en los alimentos por grasas insaturadas.
Esta modificación en las grasas utilizadas en la producción de alimentos se debe a estudios que demuestran que el colesterol no es la única grasa (lípido) presente en los alimentos, existen al menos tres tipos más de grasas: saturadas, hidrogenadas e insaturadas. El colesterol, las grasas saturadas y las hidrogenadas se ubican dentro de lo que se conoce como "grasas malas" o indeseables, ya que su consumo aumenta el colesterol de nuestra sangre; en cambio, la grasa insaturada (omega 3, 6 y 9) es reconocida "grasa buena", ya que en principio es beneficiosa para la salud humana.
El ácido graso omega 3 presente en los vegetales se denomina ácido alfa linolénico tiene 18 átomos de carbono en su molécula y es llamado esencial para los seres humanos y otros animales porque no es producido por estos organismos. Este ácido graso se encuentra en cantidades importantes en la semilla de lino y a partir de él el organismo humano y de otros animales es capaz de elaborar derivados de mayor número de átomos de carbono (20 y 22 principalmente). El derivado de 20 carbonos se denomina EPA y es precursor de moléculas activas importantes para el organismo por disminuir la capacidad de adhesión de las plaquetas de la sangre y de esta manera disminuir la tendencia a la coagulación y por lo tanto reducir la tendencia a la trombosis (formación de coágulos dentro de los vasos sanguíneos ).
Puesto que los ácidos grasos omega 6 y omega 3 compiten por las mismas enzimas pero tienen roles biológicos diferentes, el equilibrio entre ellos en la alimentación debe ser tenido en cuenta. Las recomendaciones sobre la relación según FAO-OMS son: omega 6: Omega 3 = 5:1 a 10:1 Esto quiere decir que por cada unidad de ácidos omega 3 que se ingieran, deberían consumirse entre 5 y 10 unidades de ácidos omega 6 como máximo.
En la historia de la Civilización el desarrollo de la actividad agrícola y luego la revolución industrial modificaron los hábitos alimenticios pasando de una dieta baja en ácidos grasos saturados y equilibrada en ácidos grasos omega-6 y omega-3 a una más rica en los primeros y desbalanceada respecto a los segundos. El balance de ácidos grasos omega-6:omega-3 se perdió en las dietas occidentales. La dieta griega tiene una relación omega-6:omega-3 de 2-1:1 y la japonesa de 4:1. En cambio, la dieta actual de los Estados Unidos tiene una razón de 16:1; el Reino Unido y Europa del Norte de 15:1.
Por otra parte, la agricultura moderna ha aumentado la producción de granos (trigo, cebada, girasol, entre otros) para la alimentación de animales y su carne contiene altas cantidades de ácidos grasos omega 6, contrario a lo que ocurre con los animales silvestres y los criados a pasto. Por ejemplo, la carne de vacas alimentadas con pastos tiene una razón omega 6:omega 3 de aproximadamente 3-2:1, sin embargo, si son alimentadas con granos puede llegar a 20:1.
La mejor forma de aumentar el aporte de ácidos grasos omega 3 a nuestra dieta es consumiendo pescados, mariscos y aceites y semillas ricos en ácido alfa-linolénico (precursor de omega 3) como lino, canola y soja. Así, es posible balancear los ácidos grasos de nuestro organismo.
El equipo de investigadores de PROPIA promueve, a través de convenios de cooperación con empresas y pequeños emprendedores, y controla a través de la Dirección de Vinculación Tecnológica de la UNLP la producción de gran variedad de productos de consumo masivo. Ya se encuentran en el mercado galletitas, huevos de gallina, pan, pollo y pastas frescas. A partir de este proyecto se garantiza que los consumidores puedan acceder a productos más sanos y así poder reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Para que la producción de alimentos saludables sea viable se necesita aumentar los cultivos de oleaginosas que contengan ácidos grasos omega 3. De las oleaginosas cultivadas en nuestro país, el lino es el cultivo con mayor porcentaje de omega 3 en el aceite: 50%, mientras que en canola esta proporción es del 10% y en soja del 8 %.
Nuestro país fue uno de los principales productores y exportadores de lino, pero en los últimos años cada vez es más reducida el área destinada a su cultivo. Si bien toda la zona de la pampa húmeda es apta para su cultivo, en algunas regiones del país sigue siendo una alternativa interesante por sus bajos costos de producción. En la provincia de Entre Ríos, que es donde está concentrada la producción linera, se adapta muy bien a los suelos arcillosos típicos de gran parte de la superficie de esta provincia.
Desde el punto de vista agronómico, su inclusión dentro de la rotación es beneficiosa e introduce una alternativa de producción, especialmente cuando en estos últimos años las enfermedades en trigo en las zonas más húmedas del país, han ocasionado una importante disminución en la superficie de siembra de este cereal.
Los modos de incorporar el ácido graso omega 3 proveniente de la semilla del lino son variados. Puede ser directamente: por el consumo de semillas enteras o molidas, pan, galletitas, dulce de leche, etc.; e indirectamente: a través de huevos, carnes, fiambres y leche de animales alimentados con una proporción de semilla de lino en su ración.
Como fuera ya mencionado, el programa de prevención del infarto en Argentina (PROPIA) de la Universidad Nacional de La Plata junto con empresas de diferentes puntos del país han realizado emprendimientos exitosos de producción y ventas de los productos mencionados anteriormente.

PROPIA-UNLP/INTA/UAP
fuente: http://www.elsitioagricola.com/contenido.asp

Articulos relacionados
http://www.asesorianutricional.com.ar/acidos-grasos.htm
http://www.asesorianutricional.com.ar/articulos-42.htm

domingo, 11 de noviembre de 2007

Un matecito para el colesterol

María Elena Navas BBC Ciencia
Fuente: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7067000/7067277.stm

El consumo de té mate puede reducir el colesterol LDL o colesterol "malo", a la vez que promueve el aumento de colesterol HDL o colesterol "bueno".

El estudio llevado a cabo en Estados Unidos sobre la hierba que se cultiva y consume desde hace siglos en Sudamérica.
La investigación, que se publica en la revista especializada Journal of Food Science, afirma que el mate tiene propiedades que inducen la actividad de importantes enzimas antioxidantes en el organismo.
"En el estudio evaluamos una de las enzimas más importantes, la paraoxonasa-1", dijo a BBC Ciencia la autora del estudio, la doctora Elvira de Mejía, profesora del Departamento de Ciencias de la Alimentación y Nutrición Humana de la Universidad de Illinois.
"Es una enzima que ayuda a retirar el colesterol malo y se ha demostrado que tiene efectos cardioprotectores", agrega la investigadora.
Concentración
El exceso de colesterol malo o LDL (lipoproteína de baja densidad) en la sangre es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, los altos niveles de colesterol bueno o HDL (lipoproteína de alta densidad) ayudan a retirar el colesterol malo del organismo.
En el estudio se midieron los niveles de colesterol en la sangre de voluntarios sanos, a quienes se dividió en varios grupos, antes y después de consumir hierba mate, café y leche.
"El té mate fue preparado de la misma forma y con la misma concentración como se consume en Sudamérica" dice la doctora de Mejía.

El mate es rico en polifenoles que se cree protegen contra cáncer.Es decir unos 50 gramos de hojas secas por cada litro de té que se consume.
"Es una preparación mucho más concentrada de lo que normalmente se consume, por ejemplo, en Estados Unidos" señala la investigadora.
Los resultados mostraron que la actividad de la enzima paraoxonasa-1 aumentó un 10% en los voluntarios que tomaron té mate, comparado con los que tomaron las otras bebidas.
Los investigadores descubrieron que la forma de consumo del mate también desempeña un papel importante.
En América del Sur, el mate por lo general se toma en una calabaza seca en forma de recipiente (el mate) y con una "bombilla" o paja de metal.
Las hojas se colocan en el fondo del recipiente y se vierte el agua caliente sobre ellas, y este proceso se repite varias veces al día.
Según el estudio, este método de consumo permite que el bebedor extraiga lentamente los antioxidantes y polifenoles del té antes de que éstos sean oxidados.
"El té contiene una gran cantidad de antioxidantes y puede ser que los efectos que vimos sobre la enzima protectora se deban a estos antioxidantes o quizás fue un resultado indirecto -dice Elvira de Mejía- pero el efecto fue muy positivo".
El mate contiene también altos niveles de xantinas (principalmente cafeína) y también dependiendo de la concentración y el lugar donde fue cultivado, puede contener hasta 12 diferentes compuestos polifenoles.
Se cree que los polifenoles tienen un efecto protector contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Cafeína
"Como en todo, hay que ser cuidadosos y no sobrepasar cierta dosis porque el mate tiene un alto contenido de cafeína", señala de Mejía.
Como en todo, hay que ser cuidadosos y no sobrepasar cierta dosis porque el mate tiene un alto contenido de cafeína
Dra. Elvira de Mejía, Universidad de Illinois"A pesar de su alto contenido de polifenoles, como el ácido clorogénico y la quercetina que son muy favorables a la salud, en ningún momento se recomendaría usarlos en megadosis porque pudieran tener efectos secundarios", agrega.
Según la investigadora, estos compuestos a altas dosis pueden revertir el efecto y en lugar de funcionar como antioxidantes, podrían actuar como oxidantes.
En Sudamérica a menudo los consumidores de mate ingieren entre 2 y 3 litros al día en concentración de 50 gramos de hojas por litro, el equivalente a cuatro o cinco bolsas de té.
Pero en Estados Unidos, donde el mate ya se comercializa, por lo general se consumen 2,5 gramos de hoja seca por litro, o una bolsa de té.
""Lo mejor para obtener los efectos positivos del té mate es tomarlo en forma razonable", dice Elvira de Mejía.
Los investigadores están ahora analizando 84 variedades de té mate, para identificar cuáles son las variedades de la hierba con las propiedades más beneficiosas.