lunes, 30 de abril de 2007



Especias que ayudan a hacer la digestión

Estimulan los procesos digestivos y evitan las flatulencias pero también irritan la mucosa gástrica, por lo que en algunos casos no están recomendadas

Clavo, pimienta, cilantro... Son muchas las especias que pueden emplearse en la cocina para la condimentación de platos. Algunas de ellas además ayudan a digerir mejor los alimentos, por lo que resulta interesante conocer las más empleadas y saber cuándo y cómo utilizarlas.


La pimienta, una de las más conocidas

Considerada la reina de las especias, la pimienta es una de las más empleadas en recetas procedentes de todo el mundo. Se trata de semillas de pequeño tamaño que se pueden utilizar tanto enteras como en polvo.
Las más conocidas son la pimienta negra y la blanca. Ambas proceden de la misma planta pero son procesadas de diferentes modos.
Su sabor picante, más intenso en la pimienta negra, se debe al alcaloide piperina, que estimula la producción de jugos digestivos, si bien, lo hace a base de irritar e inflamar las mucosas digestivas. Por tanto, conviene emplearla en pequeñas cantidades y excluirla en caso de padecer de estómago delicado (gastritis, úlcera...)


El pimentón, dulce o picante


Esta especia se obtiene a partir del pimiento rojo (Capsicum Anuum) desecado y molido. Se pueden encontrar en el mercado tres tipos de pimentón: dulce, agridulce y picante. Éste último posee un sabor picante concentrado por lo que conviene añadirlo en pequeñas cantidades. Su característico sabor se debe a la presencia de capsaicina, presente también en los chiles. Esta sustancia provoca una mayor secreción de moco que protege la mucosa del estómago contra irritantes gástricos. No obstante, puede irritar el tubo digestivo y causar molestias en el estómago y en el ano, sobre todo si se sufre de hemorroides. Así que, además de no estar aconsejada para paladares delicados, conviene no emplearla si existen problemas de hemorroides, gastritis o úlcera.


La intensidad del clavo

El clavo es una especia muy aromática y de sabor fuerte, por lo que se debe usar con cuidado. Se trata de los capullos secos de las flores del clavero o árbol de clavo.
Esta especia posee un aceite esencial con un principio activo llamado eugenol que confiere al clavo propiedades carminativas (reduce los gases o alivia la flatulencia).
Sin embargo, si el clavo se emplea en dosis elevadas puede irritar el conducto digestivo, por lo que conviene moderar su uso y evitar esta especia en caso de padecer de estómago delicado.


Descubrir el cilantro

Las semillas del cilantro, que realmente son sus frutas desecadas, se utilizan como especia, mientras que las hojas, de color verde intenso, pequeñas y ligeramente redondeadas, son utilizadas como condimento y presentan un sabor más fuerte que el de las semillas.
Esta especia posee propiedades carminativas, por lo que elimina, alivia o previene los molestos síntomas de la aerofagia contribuyendo a la desaparición de los gases intestinales y haciendo que las digestiones sean menos molestas. Esta propiedad se debe a la presencia en su aceite esencial de un principio activo llamado linalol.

Fuente: http://www.consumer.es/web/es/

viernes, 27 de abril de 2007

Los superalimentos

Son conocidos como superalimentos, aunque en realidad son un nombre de moda para las frutas, vegetales, pescados y aves que, hoy por hoy, son considerados fuentes de salud, calidad de vida, y longevidad.

La lista de superalimentos varía, pero la mayoría de los dietarios incluyen arándanos, frijoles, tomates, calabazas, avena, y salmón salvaje -todos de gran riqueza nutritiva-.

Asimismo, algunos gurues de la salud consideran que las granadas, la canela, la cebolla, el dátil, y el pimiento rojo también son alimentos súper beneficiosos para el ser humano.

Muchos de estos alimentos han alcanzado el rango de "súper" porque poseen antioxidantes, que son vitaminas y otros compuestos que detienen el proceso de oxidación del cuerpo.

Además, estos hacen que disminuya la liberación de radicales libres -químicos altamente nocivos que dañan las células y ocasionan patologías cardíacas y cáncer-.

El chocolate negro, el vino tinto, y el café fueron recientemente ascendidos a la categoría de superalimentos, a raíz de su alto contenido de antioxidantes. No obstante, se presentan algunas polémicas en estos casos.

Muchos nutricionistas afirman que los nutrientes valiosos de las uvas rojas están en la cáscara de las mismas, de modo que no es posible encontrar sus beneficios en el jugo de uvas o el vino tinto.

Asimismo, advierten que el chocolate debe ser ingerido en pequeñas cantidades, dadas las grandes cantidades de grasas y calorías que contienen.

Finalmente, más allá de los beneficios que el café puede ofrecerte, tampoco debes tomar diez tazas al día.

Por otra parte, es importante no generar falsas expectativas ni prestar atención a quienes dicen que estos alimentos son capaces de curar el cáncer, la hipertensión, y la degeneración macular. Si bien son muy saludables, estos alimentos no pueden curarlo todo.

Sin embargo, deberían estar en tus platos de todos los días. Los superalimentos definitivamente debería formar parte de tu dieta cotidiana.

Las frutas y los vegetales -sobre todo los vegetales de hojas verdes-, son alimentos que nos proveen de vitaminas en forma natural, es decir, sin la necesidad de ingerir suplementos.

Asimismo, los granos y los alimentos que contienen fibras deben estar en tu menú. Esto no quiere decir que debas atiborrarte de superalimentos, sino que debes ingerirlos junto a otras comidas.

La palabra "superalimentos" fue creada por el doctor Steven G Pratt, un oftalmólogo californiano autor de "SuperFoods Rx" y "SuperFoods HealthStyle". Pratt, que no es nutricionista, ha ganado notoriedad a través de la promoción de la alimentación saludable y de la utilización de ingredientes básicos.

Los estantes de las librerías y la Internet están abarrotados de listas de superalimentos, que son recomendados por toda clase de personas, profesionales e instituciones.

Tomando varias de estas publicaciones, podemos ver que la mayoría coinciden en los siguientes superalimentos:

Arándanos: frescos o congelados, son súper ricos en antioxidantes que combaten enfermedades y, especialmente, preservan las células del cerebro. Asimismo, contienen vitaminas C y E, fibra, hierro, riboflavina y niacina.

Calabaza: lleno de beta-carotenos, alfa-carotenos, y otros carotenos -compuestos pigmentados que se convierten en vitamina A-. Este nutriente es esencial para el crecimiento de los huesos, a la vez que reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares, cáncer y artritis. La tarta de calabaza puede contener demasiadas calorías, pero puedes usar puré enlatado de calabaza para la preparación de sopas y otros platillos.

Yogurt:
contiene una bacteria benéfica que combate las bacterias malas de tu intestino. Asimismo, asiste al proceso digestivo. Extra: es una buena fuente de calcio y proteínas.

Brócoli:
está lleno de vitaminas C y K, fibra, beta-caroteno, y antioxidantes que fortalecen a tu sistema inmunológico contra las enfermedades.

Frijoles:
todas las variedades son buenas, incluyendo judías, judías blancas, frijoles de lima, garbanzos, lentejas y guisantes. Son ricos en proteínas bajas en grasas, vitaminas B, hierro, ácido fólico, potasio y magnesio. Tienen tanta fibra para hacer descender tu colesterol como la avena.

Avellanas: todos los tipos contienen grasas monoinsaturadas, que tienen un efecto favorable sobre el colesterol alto y ayudan a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Un puñado de avellanas al natural o tostadas, y sin sal, a diario te aportan la cantidad de antioxidantes, vitaminas y fibra, y se cree que ayuda a prevenir diversas patologías, desde Alzheimer y asma hasta diabetes y cáncer. Advertencia: las avellanas son altas en calorías, así que procura que tu ración diaria no exceda los 45 gramos.

Naranjas:
es una de las mayores fuentes de vitamina C, elemento indispensable para combatir resfríos, y desde enfermedades cardíacas y cáncer hasta asma, artritis, diabetes, degeneración macular y defectos congénitos. Las frutas cítricas, asimismo, te proveen de ácido fólico y fibra.

Pecho de pavo sin piel: la fuente más magra de proteínas que se puede encontrar en la carne. El pecho de pavo sin piel aporta vitaminas B y B-12, como así también niacina, riboflavina y otros nutrientes. Prueba las hamburguesas de pavo hechas con carne de pavo picada.

Soja: las semillas de soja y el tofu son una fuente excelente de proteínas, y aportan vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, y fibras. La soja contiene Isoflayones, que ayuda a la salud coronaria, previene la osteoporosis, y controla los niveles de azúcar y colesterol.

Espinaca:
servida al natural o ligeramente cocinada, se trata de un vegetal "ocular", que ayuda a prevenir las patologías oculares del tipo de las cataratas y la degeneración macular relacionada a la edad. Asimismo, es buena para combatir el cáncer y las enfermedades coronarias. Definitivamente, Popeye tenía razón: la espinaca contiene la mayor cantidad de nutrientes por caloría, e incluye vitaminas, minerales, y ácidos grasos omega 3.

Tomates:
este superalimento popular tiene gran cantidad de vitamina C y, lo que es aún más importante, posee licopeno, un poderoso antioxidante que disminuye los riegos de cáncer de próstata, pecho, hígado y pulmón, entre otros, y mejora la salud ocular y cutánea. El jugo de tomate bajo en sodio reduce el riesgo de coágulos sanguíneos. Incluso, el tomate ketchup orgánico es bueno para ti.

Salmón: aporta una amplia cantidad de ácidos grasos omega 3, el aceite poliinsaturado que ayuda a la circulación y reduce en gran medida los riesgos de ataque cardíaco, arritmias, apoplejía, e hipertensión arterial.

Té:
tanto el verde como el negro están llenos de antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico.

Los aguacates tienen grasas monoinsaturadas saludables y ayudan al cuerpo a absorber los nutrientes. Las cebollas tienen antioxidantes que neutralizan los radicales libres.

Por su parte, el Goji -una fruta roja de la zona del Himalaya- se ha ganado la fama de ser la fruta "más saludable del planeta".

El jugo de Goji es posible uno de los alimentos más potentes contra el envejecimiento descubierto hasta la fecha.

El Kiwi, finalmente, tiene gran cantidad de vitamina C y Potasio.


© DoctorDietas - 13 superalimentos que te darán superpoderes

miércoles, 25 de abril de 2007

Atención a la grasa trans

Para saber si un producto tiene grasa trans se debe comprobar, en su etiqueta, si presenta grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas


Hoy en día se sabe que el exceso de grasa saturada en la dieta tiene un efecto perjudicial para la salud.
Sin embargo, recientes estudios afirman que el efecto de la grasa trans puede resultar todavía más peligroso. La industria alimentaria para elaborar determinados productos como snacks, galletas, bollería o productos precocinados utiliza diferentes tipos de aceites y grasas. En algunos casos se emplean aceites de oliva, girasol o soja; en otros casos aceites de coco y de palma o bien grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas.
¿De dónde surgen las grasas trans?
¿Qué ocurre si se abusa de ellas?
¿Qué es la grasa trans?

La grasa trans aparece como resultado de añadir hidrógeno a algunos aceites vegetales, un proceso químico llamado hidrogenación.
Concretamente, este proceso consiste en inyectar hidrógeno a los ácidos grasos poliinsaturados de los aceites de semillas como el de girasol o el de soja, obteniendo así lo que se conoce como grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas. Lo que en realidad sucede es que parte de las grasas poliinsaturadas se transforman en grasas saturadas. De esta forma se modifica el aspecto físico de los aceites, que pasan de líquido a estado sólido. En el momento en que la configuración de la grasa se ve modificada es cuando se habla de grasas trans. Por tanto, no todas las grasas hidrogenadas las contienen. En esta transformación, los aceites vegetales se enriquecen en grasas saturadas, que consumidas en exceso pueden provocar graves consecuencias para la salud.
La incorporación de este tipo de grasas hace que aumente la vida útil de los productos en los que se emplea este proceso, potencia su sabor y mejora su textura. Además, la adición de grasas hidrogenadas a los productos abarata los costes, algo que comporta beneficios para la industria alimentaria.

¿Qué alimentos contienen grasa trans?
Para identificar si un producto contiene o no grasa trans se debe atender a la información que ofrece la etiqueta del producto.
En la lista de ingredientes es donde se indica si el producto tiene grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas (indicativo de que el producto podría contener grasas trans).

El abuso grasa trans tiene efectos negativos a largo plazo como el aumento del colesterol, el retraso en la maduración del cerebro y un mayor riesgo de diabetes

Evitar las grasas trans es realmente difícil, ya que forman parte de muchos alimentos.
Se encuentran con frecuencia en snacks y aperitivos salados (palomitas o patatas fritas), productos precocinados (empanadillas, croquetas, canelones o pizzas), galletas, margarinas y bollería industrial. Así, no hay que olvidarse de consultar las etiquetas si se consumen estos productos con frecuencia. No obstante, algunas clases de margarinas que han sido sometidas a procesos de hidrogenación han conseguido reducir en gran medida la cantidad de grasas trans de su composición.

El abuso de estas grasas

En el marco de una dieta equilibrada el consumo ocasional de productos que incluyen grasas trans no va a provocar consecuencias negativas para la salud.
El problema radica en el abuso de estos productos, ya que además de provocar un aumento de peso va a suponer un riesgo para la salud. Con el paso de los años son cada vez más los estudios que determinan las consecuencias que tiene un exceso de grasas trans en la dieta, todavía más graves que las que producen las grasas saturadas. El mayor problema es que sus efectos se producen a largo plazo.

La principal consecuencia, conocida desde hace años, es su influencia sobre el colesterol.
Abusar de este tipo de grasas contribuye a aumentar los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre, lo que provoca un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Concretamente, hacen que disminuya el colesterol "bueno" o HDL y elevan el "malo" o LDL.
Sin embargo, el colesterol no es el único afectado por la presencia de las grasas trans. También pueden retrasar el crecimiento y la maduración del cerebro. Y es que las grasas son esenciales, ya que forman parte de la membrana de las células, y la presencia de las mismas puede llevar al organismo a formar paredes celulares defectuosas.
Los ácidos grasos trans también parecen aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 en mujeres, según los resultados de un estudio aparecido en el American Journal of Clinical Nutrition, firmado por investigadores de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.

Control del consumo
En definitiva, las grasas trans son aún más perjudiciales para la salud que las grasas saturadas propias de la carne, la mantequilla y de algunos productos lácteos.
Es recomendable
Revisar el etiquetado de los alimentos y no abusar de aquellos que contengan este tipo de grasas.
Conviene sustituirlos por repostería casera que, aunque también presenta un importante contenido calórico, pueden prepararse con grasas saludables como aceite de oliva o girasol, y pueden incluir ingredientes tan saludables como la fruta o los lácteos.

Fuente original; http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/enfermedad/

sábado, 21 de abril de 2007

¿Agua o bebida isotónica?


Las bebidas isotónicas no siempre son indispensables en la práctica deportiva
En muchas ocasiones se abusa de las bebidas isotónicas a la hora de realizar ejercicio físico puesto que cada vez están más de moda. Sin embargo, hay que tener en cuenta que además de hidratar el cuerpo, aportan calorías en forma de azúcares y pueden provocar un aumento de peso que se podría evitar sustituyendo por otras bebidas sin calorías como es el agua. A modo de ejemplo, una persona que realiza deporte durante una hora y de poca intensidad, de 3 a 4 veces por semana, si en cada una de las sesiones bebe una lata de bebida isotónica, está ingiriendo unas 320 calorías "extras".

La hidratación, imprescindible

Al realizar cualquier tipo de ejercicio es necesario hidratar al organismo para compensar las pérdidas de líquidos que se producen a través del sudor.

Mediante el sudor se pierde tanto agua como sales minerales -sodio, potasio y cloro, magnesio y cinc-.

Hay que procurar compensar la pérdida, durante el ejercicio y a su término.

La cantidad y tipo de líquido que será necesario depende de la duración y de la intensidad del ejercicio, y también de las condiciones climatológicas -temperatura y humedad- en las que se realiza.

¿Qué contienen las bebidas isotónicas?

En el mercado existen numerosas marcas comerciales que fabrican bebidas para deportistas, entre ellas las bebidas isotónicas.

Las bebidas isotónicas son preparados que contienen una serie de sustancias para reponer rápidamente las pérdidas que se producen durante el ejercicio.

Las bebidas comerciales, además de agua, incluyen sal -cloruro sódico-, potasio, pequeñas cantidades de magnesio, calcio y glúcidos simples -dextrosa, sacarosa, glucosa o fructosa- y complejos -almidón y maltodextrinas-.

Los azúcares e hidratos de carbono complejos son los responsables del aporte calórico de estas bebidas.

El contenido en azúcares oscila entre los 60-70 gramos por litro, la mitad aproximadamente de lo que contienen los refrescos azucarados.

Optar por el agua

Cuando la intensidad del ejercicio es moderada o baja y el esfuerzo no es excesivo, es suficiente beber agua, en la cantidad que lo requiera el organismo, para rehidratarse.

Acudir al gimnasio, correr, andar en bici o jugar un partido de tenis son actividades muy comunes entre las personas que realizan ejercicio con el fin de mejorar su condición física o bajar de peso.

Consumir bebidas isotónicas cuando lo que se busca es una pérdida de peso no es la opción más adecuada, porque además de líquidos incluyen una serie de calorías extras. En este caso, el consumo de agua ayuda a hidratar el organismo sin aportar calorías y es un reconstituyente que ofrece el mismo efecto.

Sin embargo, cuando se trata de ejercicios intensos o de larga duración que requieren grandes esfuerzos, las bebidas isotónicas son la opción más adecuada.

http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/deporte/

Estudio en EE.UU.

Reducir el consumo de sal previene el infarto

WASHINGTON (Reuters).- Consumir menos sal no sólo reduciría la presión arterial sino que disminuiría el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca en general.

Un equipo de científicos halló que las personas con presión arterial elevada que disminuyeron la ingestión de sodio entre 25 y 35% redujeron 25% el riesgo de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular.

Esta reducción del riesgo se mantuvo durante 10 a 15 años.

La doctora Nancy Cook y sus colegas, del Brigham and Women s Hospital y la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Estados Unidos, estudiaron a más de 3000 personas que formaban parte de una investigación sobre dietas reducidas en sal y sus efectos en la presión arterial.

Aquellos participantes que fueron asignados a una dieta baja en sal tuvieron menor riesgo de desarrollar varios tipos de enfermedad cardiovascular, aun 10 a 15 años después, informaron los investigadores en la edición online de la revista British Medical Journal. Estos pacientes también fueron un 20% menos propensos a morir que las personas que siguieron la dieta normal.

"Nuestro estudio provee evidencia única de que la disminución del sodio podría prevenir la enfermedad cardiovascular, y debería despejar cualquier preocupación residual respecto de que la reducción del sodio sería perjudicial", escribió el equipo.

La ingesta de sodio está claramente relacionada con la presión arterial alta y el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, de los Estados Unidos, que financió el estudio, recomienda reducir su consumo.

El equipo de Cook indicó que la sal afectaría la salud de las arterias y el corazón de modos que van mucho más allá de la presión arterial. El sodio haría a los vasos sanguíneos menos capaces de expandirse y contraerse, y endurecería las células cardíacas, añadieron los científicos.

Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/902211
Nota La Nacion Suplemento Salud sabado 21 de abril 2007

jueves, 19 de abril de 2007

Leche de coco


Una bebida refrescante, remineralizante y con buen sabor, que se puede tomar sola o para acompañar a batidos y postres


La leche de coco se obtiene exprimendo la pulpa madura del coco previamente triturada. Si bien se puede encontrar en el mercado, su elaboración casera es relativamente sencilla.


Pasos a seguir para su elaboración en casa:


1. Rallar finamente la pulpa de un coco o bien pasarla por la trituradora.

2. Agregar medio litro de agua hirviendo y dejar reposar durante media hora. En lugar de agua, también puede hacerse con leche de vaca.

3. Preparar un trapo o lienzo bien limpio de algodón y llenarlo con la pasta de coco.

4. Retorcer el lienzo con la pasta hasta exprimir todo el jugo.

5. Para aprovechar mejor el coco se puede volver a echar agua caliente sobre la pulpa restante, repitiendo de nuevo los pasos 3 y 4.

La leche de coco se toma como refresco, o bien se puede añadir a batidos de frutas u otros platos.


¿Cuales son sus propiedades nutritivas?

Respecto al valor nutritivo del coco, destaca su aporte de grasas (33,5 gramos de grasa por cada 100 gramos de pulpa), sobre todo saturadas (88,6 % del total) que lo convierten en un fruto de alto valor energético. Contiene una baja cantidad de hidratos de carbono y proteínas, y es muy rico en sales minerales que participan en la mineralización de los huesos (magnesio, fósforo, calcio) y de los dientes, motivo por el cual la leche de coco se considera una bebida remineralizante.

http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/alimentacion_alternativa


jueves, 12 de abril de 2007


La cerveza


Su consumo moderado aporta gran cantidad de nutrientes a la dieta y no favorece la obesidad

La cerveza es una bebida alcohólica cuyo abuso acarrea consecuencias graves para la salud. Sin embargo, estudios recientes certifican las virtudes de un consumo moderado, que puede llegar a cubrir el 6,5% de las necesidades diarias de vitamina B12 y hasta un 12% de las de ácido fólico. Las investigaciones aseguran también que la tradicional idea de que la cerveza engorda es falsa e, incluso, la consideran un componente ideal para mantener un menor Índice de Masa Corporal, ya que sólo aporta un 4% de las calorías totales de la dieta de los hombres y un 3% de la de las mujeres.

Azucena García para Consumer.es
Abril 2003


Notables beneficios
Muy pocas bebidas alcohólicas reportan al organismo tantos beneficios como la cerveza. Su consumo moderado supone para la dieta la ingesta de un buen número de nutrientes y, según los expertos, tomarla a diario implica cubrir parte de las necesidades diarias de vitamina B12 (6,5%) y ácido fólico (hasta un 12%). "La aportación de la cerveza es muy importante, puesto que ya desde principios de los años 90 se puso de manifiesto el escaso consumo de vitaminas del grupo B y ácido fólico que registra la población española", reconoce el doctor Lluis Serra, director del Centre de Recerca en Nutrició Comunitària del Parc Cientific de la Universidad de Barcelona.

Recientes estudios otorgan a la cerveza la cualidad de prevenir enfermedades cardiovasculares y garantizar una correcta alimentación. Aseguran que cantidades apropiadas -250 ml/día para las mujeres y 500 ml/día para los hombres- promueven la secreción de los jugos gástricos, facilitan la digestión, estimulan el apetito y tienen un efecto diurético. Además, según una investigación llevada a cabo hace algunos meses en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, "el consumo de cerveza aporta una importante cantidad de la ingesta recomendable de fibra soluble, que puede contribuir a evitar el estreñimiento y disminuir la incidencia de cáncer de colon". Los beneficios son, por tanto, variados y muy dispares, aunque es necesario recordar siempre que sólo se cumplen cuando el consumo es moderado.

  • Propiedades antioxidantes: Los extractos utilizados para la elaboración de la cerveza protegen a las células del daño oxidativo, tanto de los lípidos como de las proteínas. De esta manera, se favorece el retraso del envejecimiento celular y se disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, así como su capacidad cancerígena.
  • Aporte de nutrientes: Además de las mencionadas vitaminas del grupo B, muy importantes para mantener un equilibrio nervioso adecuado, la cerveza reporta un 10% de fósforo, proteínas, carbohidratos, sales, agua y ácido fólico.
  • Mínimo contenido en sodio: Esta circunstancia la confiere un fuerte efecto diurético y permite que pueda ser incluida en dietas hiposódicas, que requieren una mínima cantidad de sodio.
  • Baja graduación alcohólica: En comparación con otras bebidas, el alcohol que contiene la cerveza es mucho menor, aunque no deja de ser alcohol. La graduación oscila entre cuatro y cinco grados y, según datos del Centro de Información Salud y Cerveza, "para igualar la cantidad de alcohol que hay en un litro de vino, habría que considerar dos litros y medio de cerveza".
  • Prevención de osteoporosis: La relación entre esta bebida y la prevención de la osteoporosis se basa en que el alcohol reduce la pérdida de masa ósea, al tiempo que el silicio -presente en la cerveza- la favorece. El silicio es un elemento importante, e ingerirlo en la cerveza supone un aporte adicional importante si se tiene en cuenta que gran parte del silicio que contiene el agua es eliminado en el proceso de depuración.
  • Aumento del "colesterol bueno": En cantidades moderadas, la cerveza favorece la concentración de lipoproteínas de alta densidad (HDL), el denominado "colesterol bueno". Este aumento reduce los riesgos de enfermedades y accidentes cardiovasculares frente a las posibilidades de los abstemios y consumidores abusivos de alcohol.

Mas informacion en:

http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/alimentos_a_debate/2003/04/09/59939.php

martes, 10 de abril de 2007

Nota La Nacion Suplemento ciencia/salud.- martes 10 de abril

Descubren cómo regular el azucar en la papa

Evitaría consumir un cancerígeno

Investigadores del Instituto de Biotecnología del INTA-Castelar y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (FCEyN) desentrañaron uno de los mecanismos por los cuales la planta de papa acumula glucosa en sus tubérculos.

El hallazgo, publicado en la última edición de Plant Molecular Biology , permitiría obtener variedades con menor contenido de azúcares reductores, responsables del oscurecimiento que sufre la papa durante la fritura o el horneado, un proceso en el que se forman grandes cantidades de poliacrilamida, un compuesto potencialmente cancerígeno.

Los científicos fabricaron plantas de papa transgénicas: les incorporaron un fragmento de ADN que contiene el gen Asr1 -la familia de genes Asr se activa bajo estrés y durante la maduración de los frutos- del tomate unido a elementos regulatorios. De esta manera, pudieron aumentar o disminuir la actividad de ese gen y estudiar los efectos de los cambios.

"Demostramos que si alteramos la expresión del gen Asr1 se modifica la cantidad de glucosa en el tubérculo", dijo Fernando Carrari, investigador del Conicet y uno de los autores. En efecto, el trabajo muestra que en las plantas donde la actividad del gen es mayor hay menos azúcar en sus tubérculos. Según Carrari, ese efecto se debería a una menor producción de la proteína que transporta glucosa hacia y desde el interior de las células. Pero el estudio muestra también que las variaciones del Asr1 también alteran el contenido de otras sustancias celulares, como ácidos orgánicos y aminoácidos.

"Estamos tratando de obtener los permisos para hacer experimentos en campo y validar estos resultados -agregó-, porque el ambiente puede cambiar lo que observamos en el invernáculo." Si los ensayos pueden reproducirse fuera del laboratorio, el paso siguiente es obtener papas transgénicas con la cantidad de azúcares reductores adecuada, de manera de reducir al mínimo el oscurecimiento y sin perder el sabor.

La importancia de lograr un transgénico que alcance el "justo equilibrio" en la cantidad de esas sustancias está en que la industria mundial de papas fritas mide la calidad del producto por su contenido en azúcares reductores. De hecho, la Unión Europea elaboró una clasificación a partir de ello y prohibió la venta de papas para consumo humano cuando superan cierto valor máximo de esos compuestos.

En el laboratorio, en tanto, los resultados obtenidos generan entusiasmo y nuevas hipótesis: "Este es un nuevo punto de partida para estudiar la relación entre el estrés y el transporte de azúcares porque esto nos puede estar diciendo que, como mecanismo de defensa ante el estrés, la planta redistribuye los azúcares en todos sus órganos", especuló otro de los autores, doctor Norberto Iusem, director del Departamento de Fisiología, Biología Molecular y Celular de la FCEyN. Y Carrari anunció: "Tratamos de reproducir esto en el tomate por su relevancia para la industria de conservas".

Por Gabriel Stekolschik
Para LA NACION


Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires

lunes, 9 de abril de 2007

La fructosa o azúcar de la fruta

La fructosa o levulosa es la más dulce de entre los azúcares...

¿Que es la fructosa?

La fructosa es un monosacárido, unidad más simple de los denominados hidratos de carbono. Por tanto, se trata de un nutriente calórico que aporta, en concreto, 4 calorías por gramo.
Se encuentra de modo natural en las frutas y también en la miel.
Así mismo, es un componente básico de la sacarosa o azúcar común, precedente de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera.
Se comercializa granulado, al igual que la sacarosa, para poder ser utilizado como azúcar de mesa.
También se emplea en productos para personas que tienen diabetes.

Ventajas de su consumo

* Es natural.
* Por su intenso sabor dulce, se requiere menos cantidad a la hora de endulzar los alimentos.
* Se emplea en productos especiales para diabéticos, ya que tras su ingesta, no se producen elevaciones bruscas del azúcar en sangre.

Inconvenientes

* Es cariogénico, es decir, puede provocar caries si no se mantiene una adecuada higiene buco-dental.
* Es calórico, por lo que su consumo se ha de moderar al igual que lo ocurre con otros azúcares sencillos, en especial, en situaciones de sobrepeso u obesidad.
* A dosis de más de 20 gramos como azúcar de mesa al día, tiende a elevar los niveles de triglicéridos sanguíneos, por lo que su empleo está desaconsejado en caso de hipertrigliceridemia.

Hay personas que sufren de intolerancia hereditaria a la fructosa, lo que se conoce con el nombre de fructosemia. En esta enfermedad, el consumo de cualquier fuente de fructosa, incluida la sacarosa, ocasiona hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre) y daño hepático progresivo, de no instaurar las medidas adecuadas.

Fuente: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/curiosidades