lunes, 31 de diciembre de 2007

Complementos para compensar los excesos navideños

Los principios activos de complementos y plantas refuerzan la acción digestiva y depurativa de los alimentos

Aunque los días festivos son para celebrarlos, y los menús se convierten en el centro de atención, se pueden adoptar hábitos fáciles para tratar de compensar los excesos venideros. La propuesta para estas dos semanas de fiestas navideñas va en dos direcciones. Por una parte, incluir dentro del menú especial aquellos alimentos que, por su particular composición química, van a ayudar en los procesos digestivos y depurativos. Por otra, incluir complementos dietéticos (comprimidos o infusiones) antes o después de las comidas para que, con sus principios activos, refuercen las acciones saludables de los alimentos como son una buena digestión y más depuración.

Especias para aliviar el estómago

Algunas especias y plantas mejoran la digestión, eliminan los gases y favorecen la acción de los jugos del estómago

Cocinar con especias es un truco aprendido por nuestros antepasados no sólo para cambiar el sabor de los alimentos, sino como respuesta a hechos evidentes. Ciertas especias y plantas mejoran la digestión, eliminan los gases y favorecen la acción de los jugos del estómago. El hinojo, el laurel, el orégano o el tomillo, en su justa medida y en los platos más contundentes del menú, servirán para hacerlos más digestivos. Asimismo, sería muy útil también escoger recetas que llevaran hortalizas reconocidas por sus propiedades eupépticas como escarola, endibia, alcachofa o cardo.

Las infusiones desempeñan también su labor proporcionando bienestar. Sin embargo, no siempre se toman las plantas más indicadas y de la mejor manera. Algunas son más específicas que otras para según el tipo de dolencia. De la misma manera, unas resultan más efectivas si se toman antes de comer y otras si se comen durante el postre. Por ejemplo, la menta piperita tomada antes de comer favorece la secreción de jugos gástricos y prepara al estómago para el complejo proceso digestivo.

Por el contrario, las propiedades medicinales de la melisa y de la manzanilla son más evidentes si se toman después de una comida, ya que resultan digestivas por su efecto relajante de la musculatura. El anís verde o las semillas de hinojo favorecen la eliminación de los aires, y su efecto es igual de positivo, indistintamente, antes o después de comer.

El regaliz tiene un importante efecto antiulceroso. Las plantas amargas como el boldo o la alcachofa estimulan las secreciones digestivas, en particular las del hígado y la vesícula, por lo que ayudan a digerir las grasas y a depurar el organismo. Sus resultados son más visibles si se toman después de una comida copiosa.

La piña fresca de temporada como postre es la elección más saludable si el menú ha sido contundente en proteínas (marisco, fritos, carnes y pescados), algo relativamente habitual por estas fechas. Asimismo, tomar uno o dos yogures bífidus al día también es un buen refuerzo para el sistema digestivo.

La forma de elaboración de las infusiones también influye en sus efectos. Por ejemplo, se aconseja tomar calientes plantas como el anís, el hinojo, la menta o la manzanilla, ya que parte de sus propiedades se deben a los aceites esenciales que concentran y que se evaporan si la infusión se enfría.

Limpiar la sangre

Los excesos durante estos días dificultan el trabajo de depuración de la sangre que desempeña el hígado

La alimentación influye en la circulación de la sangre, haciéndola más o menos fluida y aliviando los síntomas derivados de una mala circulación (pesadez de cabeza, piernas hinchadas o ronchas rojas en la piel). Los excesos de alcohol, grasas, proteínas y azúcares durante estos días dificultan el trabajo de depuración de la sangre que desempeña el hígado.

La recomendación de llenar la despensa de alimentos diuréticos y concentrados en antioxidantes para depurar el organismo es un consejo válido para todas las personas, y en particular para quienes tienen trastornos circulatorios y son fumadores. Comenzar cada día tomando un zumo de pomelo, limón o zanahoria con naranja es un buen recurso antioxidante.

Dos vasos de infusión diurética a lo largo del día es también una ayuda inestimable para eliminar líquidos y evitar así la hinchazón. Además, al beber más líquidos, las deposiciones son más consistentes y se eliminan sin tanto esfuerzo. Los efectos de plantas diuréticas como el diente de león, la cola de caballo, el ortosifón o la pilosela son suaves pero efectivos si se toman cuando se tiene la sensación puntual de retención de líquidos.

No es aconsejable ni prudente recurrir a las plantas laxantes (sen, frángula, cáscara sagrada o ruibarbo) sin asesoramiento ya que, aunque resuelven un estreñimiento pasajero, pueden provocar desequilibrio de líquidos y electrolitos. Por su poder laxativo puede ser útil y suficiente tomar a diario, al levantarse o al acostarse, un yogur bífidus mezclado con salvado de trigo.

Pesada Navidad

Durante los días de Navidad, las cuestiones dietéticas se dejan de lado mientras se cocina. Así lo comprobaron médicos del Instituto Nacional de Salud de EE.UU., que trataron de identificar si las comidas celebradas durante el mes de diciembre se encontraban directamente relaciondas con el peso. Evaluaron los cambios de peso de 195 personas adultas durante las seis semanas de fiestas de fin de año, desde el día de Acción de Gracias hasta Año Nuevo.

Tras los resultados, los investigadores constataron que el peso que se gana durante las fiestas es menos del que se cree, concretamente una media de 0,370 kilos. Sin embargo, los participantes con sobrepeso y obesidad ganaron más, un promedio de 2,3 kilos.

El hecho de pensar que ponerse a dieta en Navidad (el propósito de algunas personas) es la solución para no caer en la tentación de comer turrón, resulta en la mayoría de los casos una meta inalcanzable, que conduce a frustración y desánimo. Los expertos en psicología dan un consejo saludable para estas fechas: saltarse el régimen durante esta época, siendo razonable. De hecho, lejos de ser perjudicial resulta incluso satisfactorio desde el punto de vista emocional, sin olvidar que la moderación es la mejor consejera de salud.

Fuente. http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/complementos_dieteticos/2007/12/24/173224.php

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viernes, 21 de diciembre de 2007

Dulce y sana Navidad

Cada persona ha de entender sus limitaciones a la hora de seguir un tratamiento, y saber que comer un trozo de turrón de vez en cuando -que no significa todos los días-, no implica saltarse el régimen

Demasiadas tentaciones por Navidad. Turrones, mazapanes, guirlaches..., todos los dulces parece que resultan todavía más apetecibles durante estos días. Estos alimentos probablemente sean los que más quebraderos de cabeza produzcan en muchas personas.

Quienes siguen dietas de control de peso aseguran que no les resulta fácil respetarla durante estos días, y razones no les faltan: demasiadas tentaciones juntas en poco tiempo. Coinciden en esto muchas personas que siguen una alimentación particular para cuidar su enfermedad, que bien puede ser la diabetes, el colesterol elevado, los triglicéridos altos o la hipertensión arterial.

¿Por qué no un dulce?
Comerse un trozo de turrón los días especiales no significa saltarse el régimen
Cada persona ha de entender sus limitaciones a la hora de seguir un tratamiento, y convencerse de que comer un trozo de turrón de vez en cuando -que no significa todos los días-, no implica saltarse el régimen.
Todo lo contrario, lejos de ser perjudicial, puede ser incluso conveniente desde un punto de vista emocional, siempre y cuando se trate de compensar los excesos el resto de días.

Diabetes, celiaquía y embarazo
Por otra parte, la industria alimentaria ofrece numerosos productos, y algunos de ellos están adaptados en su composición nutricional a diversas enfermedades.

Es el caso de los turrones aptos para personas con diabetes

No obstante, las leyendas que acompañan a este tipo alimentos son diversas; "turrones sin azúcar" "urrones con fructosa".. Conviene no sólo fijarse en el mensaje de la etiqueta, sino leer también con detenimiento la lista de ingredientes. Puede parecer que se trata de turrones con menos calorías, y no siempre es así.

Conviene leer bien el valor nutricional del producto: si dice que el turrón es sin azúcar no significa necesariamente que tenga menos calorías que su homónimo con azúcar

Para quienes estén preocupados por su colesterol o sus triglicéridos, tal vez les interese saber la diferencia en la composición nutritiva de los turrones y los polvorones , ya que los primeros -los más sencillos, los de almendras-, resultan más adecuados que los segundos. Sin olvidar que unos y otros hay que comerlos con prudencia y sentido común.
La oblea que recubre la masa de los dulces navideños, en la mayoría de ocasiones, se elabora con harina de trigo

Las personas con celiaquía, y sobre todo los niños que no toleran el gluten , tienen que estar muy atentas a los ingredientes de los turrones, los mazapanes, los guirlaches y los polvorones. La oblea que recubre la masa, en la mayoría de ocasiones se elabora con harina de trigo, y el trigo es un alimento contraindicado si se es celiaco. Y en la elaboración de los polvorones, por lo general, también se emplea harina de trigo.

Quienes también han de tener un cuidado especial a la hora de comer dulces en estas fechas, a pesar de las tentaciones, son las mujeres embarazadas, y en particular las que padecen diabetes gestacional. Pasarse con los dulces en estas circunstancias puede resultar perjudicial no solo para la futura mamá, sino también para el bebé.

Deseamos que estos sencillos consejos les sirvan para disfrutar de una Navidad dulce y sana.

Fuente:http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/enfermedad/2006/12/13/158143.php

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Canela, más que un condimento digestivo


Antioxidante y antibacteriana son algunas de las propiedades saludables atribuidas a esta especia aromatizante

La canela es una de las especias conocidas en la cocina desde hace miles de años. Este aromatizante universal, que pertenece a la misma familia que el laurel, proviene de Oriente, donde se sigue cultivando para su exportación a nivel mundial.
Sri Lanka (antiguo Ceilán) es, con diferencia, el país que produce la canela de aroma más intenso. La especia se extrae pelando las cortezas del árbol de la canela. Es la corteza más fina, la más interna, la de mayor calidad culinaria. La India, Indonesia y China son otros de los países asiáticos productores de canela, junto con Brasil y las Islas Seychelles, Zanzíbar y Madagascar en el océano Índico.

Más que un condimento digestivo
Son bien conocidas las propiedades digestivas de la canela. De hecho, la decocción (cocer en agua) de la corteza es eficaz para estimular las digestiones lentas y, en caso de indigestión, aliviar las molestias derivadas y las flatulencias.

En países como Pakistán o la India, donde la canela en sus diversas presentaciones (rama, polvo o extracto) forma parte habitual de numerosos platos, se están investigando las propiedades de la canela más allá de sus reconocidos efectos eupépticos. En este sentido, la revista 'Diabetes Care' publicó en 2003 un estudio llevado a cabo por el Departamento de Nutrición Humana de la Universidad Agrícola NWFP de Peshawar (Pakistán). La investigación muestra que la ingesta diaria de 1, 3 o 6 gramos de canela (se administró en cápsulas) reduce la glucosa en suero de las personas con diabetes tipo 2. Asimismo, se observa una modesta reducción de triglicéridos, colesterol LDL y colesterol total.

A los 40 días del tratamiento dietético, la reducción de los niveles de glucosa en sangre en los tres grupos que tomaron canela osciló entre el 18 y el 29%. Los resultados son similares para las tres dosis de canela. Tras la ingesta de canela se observó una mayor actividad en los receptores de insulina, lo que se asocia con un aumento de la sensibilidad a la insulina. Este aumento permite, a su vez, la entrada de glucosa a las células y, en consecuencia, la mejora de la glucemia (niveles de glucosa en sangre). En el grupo placebo no se evidenció ningún cambio. El efecto sobre la reducción de los niveles de azúcar en sangre de la canela ha sido contrastado en diversos estudios. Se precisan, sin embargo, más investigaciones en este campo. También se requieren más estudios que corroboren la supuesta capacidad hipocolesterolemiante, ya que diversos centros de investigación contradicen los resultados.

Alimento antioxidante
La pequeña cantidad de canela empleada en la cocina no proporciona niveles terapéuticos
A las investigaciones descritas anteriormente sobre la composición y efectos de la canela, se suma la que realizó en 2006 un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones CientíficasLos resultados constataron que la canela, junto a otras seis especias (anís, jengibre, menta, nuez moscada, regaliz y vainilla), era uno de los alimentos con mayor actividad antioxidante, dada su elevada concentración en compuestos fenólicos. La industria alimentaria podría emplear estas especias como conservantes naturales, sustituyendo a los conservantes sintéticos más utilizados.

La canela también contiene en su composición proantocianidinas, un tipo de flavonoide antioxidante abundante en los arándanos con conocidas propiedades para cuidar la salud del tracto urinario y frenar las infecciones de orina. Del aceite de canela se estudian sus efectos antibacterianos. Se ha comprobado, en particular, su elevada capacidad (a dosis concretas) de inhibir el crecimiento de hongos, principalmente del género 'Aspergillus'.

Tras estos datos, la conclusión es clara. La pequeña cantidad de canela empleada en la cocina no proporciona niveles terapéuticos. Así, los mayores beneficios fisiológicos de la canela, al igual que ocurre con otras muchas especias y condimentos, se obtienen tras tomar un suplemento o un extracto. La explicación es sencilla, y es que estos productos contienen una cantidad notablemente mayor del principio activo de la que estaría disponible en el alimento.

Canela en la cocina
En nuestra cocina la canela es un aromatizante imprescindible para postres dulces como pasteles, arroz con leche, bizcochos y cremas pasteleras. En los países asiáticos y árabes se usa en rama, molida o en extracto como esencia de numerosos platos dulces y también salados, sobre todo de carne de cordero y de pollo. Es imprescindible en el té de canela, que conjuga perfectamente los dos alimentos típicos orientales.

http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/curiosidades/2007/12/16/172949.php

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lunes, 10 de diciembre de 2007

Un menú laboral diario debe incluir frutas, verduras y lácteos, según un especialista

Se recomienda evitar el café porque favorece el estrés, lo que incide negativamente en el rendimiento

Para llevar una alimentación equilibrada durante la jornada laboral hay que procurar prescindir de las grasas y primar las frutas, las verduras y los lácteos, según recomendó ayer el vicepresidente de la Academia de Ciencias Médicas y coordinador del Servicio de Prevención del Ayuntamiento de Bilbao, Juan Goiria.

Durante una mesa redonda sobre Alimentación y Trabajo celebrada en Madrid, Goiria dijo que esa dieta hace la digestión menos pesada, algo clave para continuar después de comer con la actividad laboral. En este sentido, subrayó que la dieta debe ajustarse al trabajo que se va a realizar.

Según Goiria, el menú laboral ideal debe comenzar con un plato de pasta o una ensalada, seguido de pescado blanco o carne a la plancha, para finalizar con una pieza de fruta, un yogur o un pedazo de queso fresco. Respecto a la costumbre de tomar vino durante las comidas, el especialista bilbaíno dijo que es mejor evitarlo en entornos laborales porque el alcohol influye en la capacidad de concentración.
Goiria recomendó además sustituir el bocadillo o pincho de media mañana por unos frutos secos o una pieza de fruta, y evitar el café, ya que favorece el estrés, lo que incide negativamente no sólo en el organismo sino también en el rendimiento laboral.

Fuente:http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/2007/11/30/172475.php

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viernes, 7 de diciembre de 2007

Pan precocido congelado

Su preparación requiere una tecnología precisa y segura y representa ya el 20% del total elaborado actualmente
El consumo de pan congelado en España sigue aumentando año tras año, según recientes datos del sector de la panadería. La implantación de esta nueva tendencia ha propiciado el impulso de una industria especializada en la producción de masas precongeladas listas para consumir cuando se desee. El gremio de panaderos está en desacuerdo con el reciente aumento de los puntos de venta de pan congelado, entre ellos gasolineras o supermercados. En términos de seguridad alimentaria el riesgo es mínimo si no se rompe la cadena del frío antes de su cocción en el punto de venta.
Actualmente el pan precocido congelado ha pasado a representar más del 20% del total elaborado en España, lo que se traduce en un crecimiento anual del 15%.

«El negocio del pan ha evolucionado más en los últimos 15 años que en los 5.000 años anteriores», afirma en la página de la Confederación Española de Organizaciones de Panadería (Ceopán) José María Fernández del Vallado, secretario general de la Confederación. Este crecimiento ha provocado el cierre de un 20% de los establecimientos tradicionales en los últimos 10 años.

Las panaderías de toda la vida se están sustituyendo por otro tipo de local, un establecimiento donde además de comprar pan se pueden adquirir productos de pastelería y alimentación, e incluso disponen de mesas donde tomar un tentempié. Los hábitos de consumo actuales tienden a la oferta congelada, y cada vez se consume menos pan artesanal. A su vez, el consumidor es cada vez más exigente con la calidad, la variedad y la seguridad de dichos congelados.

La elaboración
Antes de consumir, la masa congelada debe descongelarse a temperatura ambiente durante 15 o 20 minutos y cocer de 10 a 20 minutos a 190ºC
Atrás queda el típico proceso de elaboración y los madrugones para tener el pan listo a primera hora de la mañana. El principal objetivo de la obtención de pan congelado es la comodidad de disponer de este alimento en cualquier momento del día. La masa del pan precocido se congela después de la fermentación y sus necesidades varían respecto al pan tradicional. Su elaboración empieza con el amasado, proceso que requiere aumentar la cantidad de agua añadida respecto al pan tradicional, ya que la masa panaria tiene dos cocciones distintas. La harina utilizada es de una variedad más fuerte que la habitual y así absorbe más cantidad de agua. Aparte se añade ácido ascórbico como aditivo para soportar mejor la posterior congelación.

La fermentación es más larga que la habitual, ya que después de esta fase la masa no se somete al proceso de maduración. También se da más tiempo para que aparezcan las fermentaciones secundarias, responsables de los aromas.

Finalmente, el aumento del tiempo en la fermentación favorece la producción de CO2, hecho importante porque parte de éste acabará perdiéndose en la congelación. Posteriormente se hace una primera cocción a 170ºC durante 5 minutos para inactivar microorganismos. Pasado este tiempo se enfría a 18ºC y se congela en cámaras destinadas para ello a -60ºC . Se puede utilizar nitrógeno líquido para llevar a cabo el proceso de forma más rápida. El objetivo de la congelación es llegar a -18ºC en el interior del producto y a -30ºC en su superficie.

Alcanzadas estas temperaturas se envasa el alimento y se mantiene a temperatura de -18ºC hasta su cocción. Para llevar a cabo su consumo, la masa congelada debe primero descongelarse a temperatura ambiente, aproximadamente de 15ºC a 24ºC durante 15 o 20 minutos. Se debe evitar una subida rápida de la temperatura ya que podría provocar la pérdida de agua del producto. Una vez descongelada se procede a la cocción durante 10 o 20 minutos a 190ºC. En 20 minutos el pan está listo para consumir.

Cambios en el proceso de cocción
La última etapa de la elaboración del pan es donde aparecen los cambios más significativos en su estructura. Si hasta ahora el aspecto de la masa panaria no ha variado mucho, después del proceso de cocción es donde se aprecian los cambios más significativos. Con la cocción se pretende aumentar volumen de la masa y formar la costra superficial, y su proceso pasa por distintas temperaturas:
A 55ºC - 60ºC: inactivación de microorganismos y expansión de los gases, fenómeno que hace aumentar el volumen de la masa.
A 65ºC - 75ºC: gelificación del almidón, que adquiere más consistencia y desactivación de enzimas.
A 85ºC: desnaturalización de las proteínas.
A 100ºC: evaporación del agua y de sustancias aromáticas.
A 120ºC - 150ºC: se dan las Reacciones de Maillard y se forma la costra.

ELABORACIÓN TRADICIONAL DEL PAN


La obtención del pan 'de toda la vida' es el resultado de la mezcla de harina de trigo, agua y sal, de la que se obtiene masa homogénea que, posteriormente, se fermentará por microorganismos propios como 'Saccharomyces cerevisiae'. La primera fase de elaboración es la preparación de la masa y el amasado, cuya finalidad es conseguir una correcta mezcla de todos los ingredientes hasta la formación de una masa más sólida. Durante el pastado se permite la entrada de aire dentro de la masa, de manera que se consigue retener el CO2 en su interior favoreciendo la formación de una fuerte red proteica que dará lugar a una masa más viscoelástica. Una vez obtenida la masa, se deja reposar durante unos minutos (no más de diez ya que se podría perder el aire de su interior) y se añaden las levaduras (microorganismos como 'Saccharomyces cerevisiae'); una vez añadidas las levaduras, se procede a la elaboración de la masa dándole la forma deseada.

La elaboración continúa aumentando la temperatura de la masa a 28ºC/30ºC, de esta manera los microorgansimos crecen y fermentan, empieza aquí la fase de fermentación. Cuando la masa alcanza los 28ºC da lugar a la fermentación alcohólica, en la que los microorganismos transforman el azúcar en alcohol etílico y dióxido de carbono. El CO2 será el encargado de la formación de burbujas dando consistencia de la miga. Debido a la rapidez con la que se fermenta el pan, se requiere poca cantidad de alcohol, la mayoría de éste se evapora posteriormente. La maduración, que es la etapa que coincide con el reposo de la masa después de la fermentación principal, se realiza a temperaturas más elevadas, entre 30ºC y 35ºC. En esta etapa es donde tienen lugar las fermentaciones secundarias como la lactia, la butírica o la acética, responsables de la producción de aromas.

Fuente. http://www.consumaseguridad.com/investigacion/2007/11/07/171504.php

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lunes, 3 de diciembre de 2007

Cocina para principiantes

El reto de enfrentarse por primera vez a la cocina puede resultar mucho más fácil de lo que parece si se conocen algunos trucos y recetas muy sencillas

Cuando no se tiene la costumbre de cocinar ni de hacer la compra, un poco de organización e interés bastan para poder llevar a cabo una dieta sana y equilibrada en la que no se abuse de la comida rápida ni de los precocinados, muy fáciles de preparar pero no siempre saludables.

Primer paso, la compra
El seguimiento de unas sencillas pautas permite realizar una compra económica y sana que permitirá organizar tanto la despensa como las comidas. Para empezar, el momento de hacer la compra trae consigo un problema bastante común. Existen tantos tipos y variedades de productos que resulta prácticamente imposible decantarse por alguno. En esta elección, el etiquetado de los alimentos juega un papel fundamental, ya que dedicar unos segundos a leerlo permite conocer las principales características del alimento a adquirir y hacerse una idea aproximada de la relación calidad-precio.
Es importante tener en cuenta la vida útil de los productos, por lo que resulta imprescindible fijarse en la fecha de caducidad. Así se puede organizar más fácilmente la despensa y el frigorífico y, por lo tanto, saber la cantidad de alimento que se puede comprar para que dé tiempo a consumirlo sin que caduque. Por ejemplo, conviene comprar la fruta y la verdura, así como la carne y el pescado, en pequeñas cantidades, ya que son alimentos perecederos. Sin embargo, la pasta, el arroz, las legumbres y las conservas pueden adquirirse en cantidades mayores, ya que tienen una vida útil más larga.
Puede resultar muy práctico confeccionar una lista de la compra antes de salir de casa. En ésta se apuntarán todos lo alimentos que se hayan agotado o estén a punto de acabarse, para que así nunca falte de nada.

Los reyes de los primeros platos
Conviene comprar la fruta, la verdura, la carne y el pescado en pequeñas cantidades, ya que son alimentos perecederos
Cuando se pone por primera vez un pie en la cocina, conviene saber que se pueden elaborar numerosos y muy variados platos de una forma sencilla y en poco tiempo. Existen infinidad de recetas que incluyen todo tipo de alimentos y que no requieren excesivos conocimientos culinarios.
Uno de los platos más sencillos de preparar, y al mismo tiempo uno de los más sanos y nutritivos, son las ensaladas. Presentan numerosas variantes, ya que pueden estar elaboradas solamente con vegetales e incluir alimentos proteicos como jamón, queso, atún o huevo, o bien otros variados como la pasta, el arroz e, incluso, las legumbres.

El rey de los primeros platos para quienes no tienen mucha experiencia en la cocina es, sin duda, la pasta. Su éxito se debe a que se elabora con una simple cocción y a que, junto con cualquier tipo de salsa o guarnición, permite obtener platos realmente deliciosos. Entre algunos ejemplos se encuentran la pasta con verduras, con salsa boloñesa o, simplemente, con tomate y un poco de cebolla.

El arroz es, con la pasta, otro de los alimentos más socorridos, mientras que las legumbres y verduras no suelen ser elegidas de forma frecuente. Esto puede ser debido a que si se quieren cocinar legumbres secas es necesario dejarlas en remojo durante unas horas, por lo que puede parecer que el modo de elaboración se complica. Sin embargo, una vez que han transcurrido esas horas, lo único que hay que hacer es cocer la legumbre junto con los alimentos que deseemos, como verdura (un puerro y una zanahoria), carne e incluso pescado (el bacalao le va muy bien). Existen también conservas de legumbre con las que se pueden obtener muy buenos resultados pero con el mínimo tiempo de preparación

Con las verduras ocurre algo parecido. Si bien se tiene la idea de que preparar un plato de verdura cocida es muy laborioso, lo único que hay que hacer en realidad es limpiarla bien y cocerla, teniendo en cuenta que si la cocción se lleva a cabo en un olla a presión, el tiempo de preparación del plato va a reducirse considerablemente. Se puede optar por adquirir verduras en bote o congeladas que, además de resultar muy fáciles de preparar, pueden conservarse durante más tiempo. Es conveniente, sin embargo, y siempre que sea posible, consumir los alimentos frescos, ya que estos conservan todas sus propiedades nutritivas y mantienen intacto su sabor.
Las verduras congeladas o en bote resultan muy fáciles de preparar y se conservan durante más tiempo

En cuanto a los segundos platos, por lo general, se opta por preparar filetes de ternera o cerdo a la plancha fáciles de elaborar. Sin embargo, hay muchas otras formas de preparar la carne, igualmente sencillas pero que van a hacer que la alimentación no resulte monótona o aburrida. El simple hecho de añadir una guarnición o una salsa al filete hace que el plato resulte mucho más atractivo. Este acompañamiento puede elaborarse a base de pimientos, champiñones y diferentes hortalizas salteadas, o bien mediante la elaboración de salsas de tomate o de queso elaboradas en el momento, y que hacen que el filete adquiera un aroma, sabor y presencia propios del mejor chef.

Algo parecido ocurre con el pescado, ya que no sólo puede cocinarse a la plancha o rebozado, sino que también puede prepararse al horno o, incluso, al microondas, acompañado de verduras, patatas o de diferentes salsas (la popular salsa verde, por ejemplo, muy sencilla y rápida de elaborar).
Fuente: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/adulto_y_vejez/2007/11/28/111360.php

Menús y recetas fáciles
http://www.asesorianutricional.com.ar/recetas.html

lunes, 26 de noviembre de 2007

Confirman que la soja reduce el colesterol y protege el corazón

Los beneficios aparecen cuando los pacientes tienen más de 240 mg/dl del lípido
Lunes 19 de noviembre de 2007 Publicado en la Edición impresa

Una revisión de las investigaciones realizadas en la última década sobre los efectos de la soja en la salud confirma beneficios que en los últimos años generaron dudas y críticas: que consumir proteína de soja reduce el colesterol y previene enfermedades cardiovasculares.

Claro que esto no es igual para todos. En la población con un nivel de colesterol por debajo del límite máximo de 240 mg/dl (el nivel "deseable" es hasta 200 mg/dl), el consumo diario de soja completó una alimentación saludable. Sin embargo, en los pacientes con colesterol total por encima de ese umbral de 240 mg/dl, el consumo de los 25 gramos diarios de proteína de soja recomendados disminuyó significativamente el colesterol total y el colesterol "malo", o LDL. Esto, a su vez, redujo el riesgo cardiovascular.

"La soja es la única leguminosa que tiene proteínas comparables con las del huevo, la leche y la carne. Y cuando hablamos de proteína vegetal, la única que posee los aminoácidos que necesita nuestro organismo es la proteína de la soja", explicó a LA NACION la licenciada en nutrición Antonieta Espinosa Pulecio, miembro de la Asociación Colombiana de Nutrición y consultora independiente de la industria alimentaria. Espinosa llegó ayer a esta ciudad para presentar hoy, en el XVI Congreso Argentino de Nutrición, los resultados del estudio publicado en la revista British Journal of Nutrition .

El colesterol es un lípido que sintetiza nuestro organismo para, por ejemplo, producir las membranas celulares o ciertas hormonas. Pero también se obtiene a través del consumo de los alimentos (carnes rojas, aves, pescado, huevos, manteca, queso y leche entera).

Las frutas, las hortalizas y los cereales no contienen colesterol. "Si comparamos el valor graso de la proteína animal con el de la proteína de origen vegetal, éste está libre de colesterol y tiene bajo nivel de grasas saturadas, además de ser rica en antioxidantes y vitamina E, y tener un índice de alergenicidad menor que el de la leche de vaca", resumió Espinosa.

El nuevo estudio, dirigido por el doctor Cesare Sirtori, del Departamento de Ciencias Farmacológicas de la Universidad de Milán, Italia, analizó 25 estudios publicados en la última década en distintas revistas científicas.

Todos debían reunir ciertos criterios, como definir claramente los niveles de colesterol total y LDL de los pacientes y haber durado más de tres semanas, el tiempo mínimo necesario para que la composición del lípido variara. En todos los estudios, los pacientes con colesterol normal a alto (hasta 300 mg/dl) consumieron los 25 gramos de soja diarios recomendados por la Asociación Estadounidense del Corazón y la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos, niveles a los que adhiere la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).

"Las investigaciones realizados hasta hoy nos convencen de que la soja y la proteína aislada de alta calidad resultan ser un alimento muy valioso para incorporar en el plan alimentario diario -subrayó el doctor Silvio Schraier, presidente de la SAN-. Los estudios clínicos evidencian que el consumo de cantidades adecuadas de proteína de soja es ventajoso para la salud y modifica algunos factores de riesgo de las enfermedades crónicas."

El trabajo que se presenta hoy concluyó que, con ciertas modificaciones, se confirman en general los resultados de una revisión previa, publicada en 1995, que promovió críticas y dudas. Según los nuevos resultados, una alimentación que incluya 25 gramos de soja o proteína de soja -ya sea que reemplacen o no proteínas derivadas de los lácteos o de las carnes- logró reducir 3,6 mg/dl de colesterol en los individuos con colesterol normal (de 200 mg/dl o menos); 5 mg/dl en las personas con hipercolesterolemia leve (de 200 a 225 mg/dl) y 18,5 mg/dl en los pacientes con hipercolesterolemia moderada (de 259 a 333 mg/dl).

No se evaluaron pacientes con colesterol por encima de 335 mg/dl (hasta 410 mg/dl se considera hipercolesterolemia grave) porque reciben obligatoriamente fármacos para reducir el nivel de lípidos en la sangre. "Este estudio demuestra que basta con agregar soja a la alimentación para obtener sus beneficios -dijo Espinosa-.

Lo importante es incorporarla diariamente y, si se desea, se puede reemplazar una de las comidas con proteína animal por proteína vegetal y bebidas con soja para alcanzar los gramos diarios recomendados." Para esto, aseguró la nutricionista colombiana, es indispensable que comencemos a leer las etiquetas de los productos que se comercializan.

Por Fabiola Czubaj De la Redacción de LA NACION

martes, 13 de noviembre de 2007

El lino: Una alternativa para incorporar en la dieta humana el ácido graso omega 3

PROPIA, la Universidad Adventista del Plata y la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del INTA han elaborado un programa de difusión de las bondades del consumo del omega 3 sobre la salud humana de nuestro país, que, además, contempla un apoyo logístico a emprendedores que decidan elaborar productos enriquecidos con omega 3 a partir de la semilla del lino.
Recientemente, la Asociación Americana del Corazón (AHA) dio a conocer un informe anunciando que "se ha demostrado en estudios epidemiológicos y clínicos que los ácidos grasos omega-3 reducen la incidencia de enfermedad cardiovascular (CVD)". Esto significa que los individuos en riesgo de enfermedad cardíaca (CHD) se benefician con el consumo de ácidos grasos omega-3 marinos o derivados de plantas.
Sobre este tema, el Programa de Prevención del Infarto en Argentina de la Universidad Nacional de La Plata (PROPIA-UNLP) se encuentra trabajando en el proyecto "Alimentos funcionales" que se basa en la modificación de la composición lipídica (grasas y aceites) de alimentos de consumo masivo. Esto significa el reemplazo de las grasas saturadas o hidrogenadas presentes en los alimentos por grasas insaturadas.
Esta modificación en las grasas utilizadas en la producción de alimentos se debe a estudios que demuestran que el colesterol no es la única grasa (lípido) presente en los alimentos, existen al menos tres tipos más de grasas: saturadas, hidrogenadas e insaturadas. El colesterol, las grasas saturadas y las hidrogenadas se ubican dentro de lo que se conoce como "grasas malas" o indeseables, ya que su consumo aumenta el colesterol de nuestra sangre; en cambio, la grasa insaturada (omega 3, 6 y 9) es reconocida "grasa buena", ya que en principio es beneficiosa para la salud humana.
El ácido graso omega 3 presente en los vegetales se denomina ácido alfa linolénico tiene 18 átomos de carbono en su molécula y es llamado esencial para los seres humanos y otros animales porque no es producido por estos organismos. Este ácido graso se encuentra en cantidades importantes en la semilla de lino y a partir de él el organismo humano y de otros animales es capaz de elaborar derivados de mayor número de átomos de carbono (20 y 22 principalmente). El derivado de 20 carbonos se denomina EPA y es precursor de moléculas activas importantes para el organismo por disminuir la capacidad de adhesión de las plaquetas de la sangre y de esta manera disminuir la tendencia a la coagulación y por lo tanto reducir la tendencia a la trombosis (formación de coágulos dentro de los vasos sanguíneos ).
Puesto que los ácidos grasos omega 6 y omega 3 compiten por las mismas enzimas pero tienen roles biológicos diferentes, el equilibrio entre ellos en la alimentación debe ser tenido en cuenta. Las recomendaciones sobre la relación según FAO-OMS son: omega 6: Omega 3 = 5:1 a 10:1 Esto quiere decir que por cada unidad de ácidos omega 3 que se ingieran, deberían consumirse entre 5 y 10 unidades de ácidos omega 6 como máximo.
En la historia de la Civilización el desarrollo de la actividad agrícola y luego la revolución industrial modificaron los hábitos alimenticios pasando de una dieta baja en ácidos grasos saturados y equilibrada en ácidos grasos omega-6 y omega-3 a una más rica en los primeros y desbalanceada respecto a los segundos. El balance de ácidos grasos omega-6:omega-3 se perdió en las dietas occidentales. La dieta griega tiene una relación omega-6:omega-3 de 2-1:1 y la japonesa de 4:1. En cambio, la dieta actual de los Estados Unidos tiene una razón de 16:1; el Reino Unido y Europa del Norte de 15:1.
Por otra parte, la agricultura moderna ha aumentado la producción de granos (trigo, cebada, girasol, entre otros) para la alimentación de animales y su carne contiene altas cantidades de ácidos grasos omega 6, contrario a lo que ocurre con los animales silvestres y los criados a pasto. Por ejemplo, la carne de vacas alimentadas con pastos tiene una razón omega 6:omega 3 de aproximadamente 3-2:1, sin embargo, si son alimentadas con granos puede llegar a 20:1.
La mejor forma de aumentar el aporte de ácidos grasos omega 3 a nuestra dieta es consumiendo pescados, mariscos y aceites y semillas ricos en ácido alfa-linolénico (precursor de omega 3) como lino, canola y soja. Así, es posible balancear los ácidos grasos de nuestro organismo.
El equipo de investigadores de PROPIA promueve, a través de convenios de cooperación con empresas y pequeños emprendedores, y controla a través de la Dirección de Vinculación Tecnológica de la UNLP la producción de gran variedad de productos de consumo masivo. Ya se encuentran en el mercado galletitas, huevos de gallina, pan, pollo y pastas frescas. A partir de este proyecto se garantiza que los consumidores puedan acceder a productos más sanos y así poder reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Para que la producción de alimentos saludables sea viable se necesita aumentar los cultivos de oleaginosas que contengan ácidos grasos omega 3. De las oleaginosas cultivadas en nuestro país, el lino es el cultivo con mayor porcentaje de omega 3 en el aceite: 50%, mientras que en canola esta proporción es del 10% y en soja del 8 %.
Nuestro país fue uno de los principales productores y exportadores de lino, pero en los últimos años cada vez es más reducida el área destinada a su cultivo. Si bien toda la zona de la pampa húmeda es apta para su cultivo, en algunas regiones del país sigue siendo una alternativa interesante por sus bajos costos de producción. En la provincia de Entre Ríos, que es donde está concentrada la producción linera, se adapta muy bien a los suelos arcillosos típicos de gran parte de la superficie de esta provincia.
Desde el punto de vista agronómico, su inclusión dentro de la rotación es beneficiosa e introduce una alternativa de producción, especialmente cuando en estos últimos años las enfermedades en trigo en las zonas más húmedas del país, han ocasionado una importante disminución en la superficie de siembra de este cereal.
Los modos de incorporar el ácido graso omega 3 proveniente de la semilla del lino son variados. Puede ser directamente: por el consumo de semillas enteras o molidas, pan, galletitas, dulce de leche, etc.; e indirectamente: a través de huevos, carnes, fiambres y leche de animales alimentados con una proporción de semilla de lino en su ración.
Como fuera ya mencionado, el programa de prevención del infarto en Argentina (PROPIA) de la Universidad Nacional de La Plata junto con empresas de diferentes puntos del país han realizado emprendimientos exitosos de producción y ventas de los productos mencionados anteriormente.

PROPIA-UNLP/INTA/UAP
fuente: http://www.elsitioagricola.com/contenido.asp

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domingo, 11 de noviembre de 2007

Un matecito para el colesterol

María Elena Navas BBC Ciencia
Fuente: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7067000/7067277.stm

El consumo de té mate puede reducir el colesterol LDL o colesterol "malo", a la vez que promueve el aumento de colesterol HDL o colesterol "bueno".

El estudio llevado a cabo en Estados Unidos sobre la hierba que se cultiva y consume desde hace siglos en Sudamérica.
La investigación, que se publica en la revista especializada Journal of Food Science, afirma que el mate tiene propiedades que inducen la actividad de importantes enzimas antioxidantes en el organismo.
"En el estudio evaluamos una de las enzimas más importantes, la paraoxonasa-1", dijo a BBC Ciencia la autora del estudio, la doctora Elvira de Mejía, profesora del Departamento de Ciencias de la Alimentación y Nutrición Humana de la Universidad de Illinois.
"Es una enzima que ayuda a retirar el colesterol malo y se ha demostrado que tiene efectos cardioprotectores", agrega la investigadora.
Concentración
El exceso de colesterol malo o LDL (lipoproteína de baja densidad) en la sangre es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, los altos niveles de colesterol bueno o HDL (lipoproteína de alta densidad) ayudan a retirar el colesterol malo del organismo.
En el estudio se midieron los niveles de colesterol en la sangre de voluntarios sanos, a quienes se dividió en varios grupos, antes y después de consumir hierba mate, café y leche.
"El té mate fue preparado de la misma forma y con la misma concentración como se consume en Sudamérica" dice la doctora de Mejía.

El mate es rico en polifenoles que se cree protegen contra cáncer.Es decir unos 50 gramos de hojas secas por cada litro de té que se consume.
"Es una preparación mucho más concentrada de lo que normalmente se consume, por ejemplo, en Estados Unidos" señala la investigadora.
Los resultados mostraron que la actividad de la enzima paraoxonasa-1 aumentó un 10% en los voluntarios que tomaron té mate, comparado con los que tomaron las otras bebidas.
Los investigadores descubrieron que la forma de consumo del mate también desempeña un papel importante.
En América del Sur, el mate por lo general se toma en una calabaza seca en forma de recipiente (el mate) y con una "bombilla" o paja de metal.
Las hojas se colocan en el fondo del recipiente y se vierte el agua caliente sobre ellas, y este proceso se repite varias veces al día.
Según el estudio, este método de consumo permite que el bebedor extraiga lentamente los antioxidantes y polifenoles del té antes de que éstos sean oxidados.
"El té contiene una gran cantidad de antioxidantes y puede ser que los efectos que vimos sobre la enzima protectora se deban a estos antioxidantes o quizás fue un resultado indirecto -dice Elvira de Mejía- pero el efecto fue muy positivo".
El mate contiene también altos niveles de xantinas (principalmente cafeína) y también dependiendo de la concentración y el lugar donde fue cultivado, puede contener hasta 12 diferentes compuestos polifenoles.
Se cree que los polifenoles tienen un efecto protector contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Cafeína
"Como en todo, hay que ser cuidadosos y no sobrepasar cierta dosis porque el mate tiene un alto contenido de cafeína", señala de Mejía.
Como en todo, hay que ser cuidadosos y no sobrepasar cierta dosis porque el mate tiene un alto contenido de cafeína
Dra. Elvira de Mejía, Universidad de Illinois"A pesar de su alto contenido de polifenoles, como el ácido clorogénico y la quercetina que son muy favorables a la salud, en ningún momento se recomendaría usarlos en megadosis porque pudieran tener efectos secundarios", agrega.
Según la investigadora, estos compuestos a altas dosis pueden revertir el efecto y en lugar de funcionar como antioxidantes, podrían actuar como oxidantes.
En Sudamérica a menudo los consumidores de mate ingieren entre 2 y 3 litros al día en concentración de 50 gramos de hojas por litro, el equivalente a cuatro o cinco bolsas de té.
Pero en Estados Unidos, donde el mate ya se comercializa, por lo general se consumen 2,5 gramos de hoja seca por litro, o una bolsa de té.
""Lo mejor para obtener los efectos positivos del té mate es tomarlo en forma razonable", dice Elvira de Mejía.
Los investigadores están ahora analizando 84 variedades de té mate, para identificar cuáles son las variedades de la hierba con las propiedades más beneficiosas.

lunes, 22 de octubre de 2007

Comer siempre con pan

El pan es un alimento fundamental en la alimentación y cultura gastronómica, pero en ocasiones se abusa de él
Autor: CRISTINA FERNÁNDEZ
Fecha de publicación: 17 de octubre de 2007 .- http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/



Desde que se inició la agricultura, el pan, junto con los cereales, ha sido el sustento principal de la humanidad. Ya en el siglo XX a.C. los egipcios comenzaron a elaborar los primeros panes. Su uso se extendió a Grecia y Roma, y de allí al resto del mundo. En la Edad Media se comenzaron a elaborar distintos tipos de panes, hecho que impulsó el comercio panadero. Todos los panes en aquel entonces se elaboraban a mano en el propio hogar, hasta que a finales del siglo XIX la maquinaria comenzó a reemplazar de forma progresiva al trabajo manual.


El pan destaca por su fácil acceso, riqueza nutritiva y bajo precio. No obstante, en la antigüedad, el tipo de pan consumido tenía implicaciones sociales. El pan blanco era privilegio de las clases pudientes y el negro estaba reservado para los pobres.


Una costumbre social
Por ser un alimento tan accesible, y tan arraigado en nuestras costumbres, el pan es un alimento insustituible en las mesas de nuestro país y en los países mediterráneos, al igual que lo es el arroz en Asia y Suramérica y las tortas de maíz en Centro y Suramérica.


En la sociedad actual no se concibe comer sin pan. Incluso este alimento no se racionaliza y está bien visto comer la cantidad que uno desee: una mesa no está del todo puesta si no hay una panera; se acostumbra a untar las salsas de los platos; se acompañan con pan los quesos o embutidos; es relativamente frecuente cenar un bocadillo... Lo mismo ocurre cuando se sale a comer fuera de casa: se sirve o se pide la cantidad de pan que uno quiere tomar, e incluso se repite ración.


Todos estos motivos hacen que no seamos consciente de que, según qué platos acompañen el menú, conviene moderar la cantidad de pan, aunque éste sea un alimento relevante en el marco de una dieta equilibrada. Pero el pan no se contempla como un alimento más, sino como algo obligado en comidas y cenas. Así, cuando se pregunta a muchas personas por lo que han comido, no mencionen el pan de forma frecuente, ya que se da por supuesto que estaba en la mesa.


El pan no se contempla como un alimento más, sino como algo obligado en comidas y cenas
En cambio, sí que hay mayor conciencia a la hora de racionalizar la cantidad de otros alimentos con una similitud nutritiva al pan, como legumbres, arroces o pastas. Esto es debido al desconocimiento de que, aunque se trata de alimentos muy diferentes en cuanto a presentación y sabor, comparten una composición nutricional muy similar.


En este sentido, es frecuente sumar una cantidad exagerada de pan a la de arroz, pasta, patata o legumbre tomada a lo largo del día. Este hábito, según las necesidades energéticas de quien lo siga, puede dar como resultado una dieta excesiva en carbohidratos. No obstante, y desde el punto de vista nutritivo, es tan erróneo ingerir este nutriente en exceso como hacerlo en cantidades insuficientes.


Necesidades diarias de pan
El pan es un alimento rico en carbohidratos. Las recomendaciones nutritivas establecen que los carbohidratos deben suponer como mínimo el 50% del valor energético total de la dieta. Así, en una dieta de 2000 calorías (recomendada para una persona adulta), unas 1000 deben proceder de estos nutrientes. Teniendo en cuenta que un gramo de carbohidratos aporta 4 kcal, estas 1000 kcal corresponden a unos 250 g de carbohidratos.


Comer demasiado pan puede desplazar a otros alimentos y desequilibrar el aporte total del resto de nutrientes


Para calcular la procedencia dietética de estos nutrientes se deben conocer los alimentos que lo contienen. Por un lado están los carbohidratos simples, abundantes en el azúcar, la mermelada, los dulces y las frutas. Por otro lado se encuentran los carbohidratos complejos, concentrados en cereales y derivados como el pan, las legumbres y los tubérculos, principalmente.


Hay gente que no puede comer sin pan, independientemente de lo que coma. Así, es habitual tomar un plato de arroz y la cantidad de pan que se acostumbra comer a diario. Por ejemplo, media barra de pan (125 g), cantidad nada exagerada para muchos comensales, aporta unos 60 g de carbohidratos. Siguiendo con el ejemplo anterior, la misma barra de pan aporta un 25% de los carbohidratos diarios requeridos por el organismo en una dieta equilibrada de unas 2000 kcal. Tomar más cantidad, sin contemplar el resto de alimentos ricos en carbohidratos de la dieta, puede desequilibrar el plan de alimentación cotidiano.


En el siguiente cuadro se pueden observar dos menús diferentes. En uno no se recorta la cantidad de pan, mientras que en el otro se reduce la cantidad de este alimento contemplando el equilibrio de carbohidratos por medio de otros alimentos. Por lo tanto, se puede comprobar la cantidad de carbohidratos ingeridos tanto en uno como en otro. Se observa que comer pan sin medida puede desplazar a otros alimentos y desequilibrar el aporte total del resto de nutrientes, incluidos los carbohidratos.

El cuadro de ejemplo muestra cómo comer pan sin contemplar la cantidad consumida del mismo supone un aporte extra a la dieta de 80 gramos de carbohidratos, traducido en unas 320 kcal diarias de más. Con el tiempo, si el gasto energético no se corresponde con el aporte energético extra, es inevitable que la persona con este hábito erróneo gane peso.


De pan, lo justo y necesario
Debido a la creencia de que los hidratos de carbono engordan y carecen de importancia nutritiva, su consumo es insuficiente. Sin embargo, estos alimentos son fundamentales y deben consumirse prácticamente en todas las comidas del día. Elaborado exclusivamente de harina, agua y sal (este último ingrediente es prescindible), el pan no contiene ningún nutriente cuyo consumo excesivo se asocie con un mayor riesgo en el desarrollo de las llamadas patologías occidentales (obesidad, diabetes, enfermedades de vasos sanguíneos y corazón).


Sin embargo, cabe recordar que hay que contemplarlo como al resto de farináceos (arroz, pasta, legumbres y patatas). De este modo, cuando se incluye una cantidad considerable de hidratos de carbono en una misma comida, se puede obviar el pan para que el balance nutricional se mantenga equilibrado.


Por ejemplo, acostumbrarse a no tomar pan o tomar lo justo «para empujar» delante de un buen plato de arroz, pasta o legumbre, así como medir su cantidad cuando se come tortilla de patata, es una sabia elección nutricional.

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INFORMACION DEL PAN: http://www.asesorianutricional.com.ar/nutricion-3.htm
RECETAS DE PAN:
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viernes, 5 de octubre de 2007

El poder antioxidante de los champiñones

Un nuevo estudio proclama el poder antioxidante de los champiñones y su papel esencial en el sistema inmunológico

Este humilde ingrediente de ensaladas y guisos se reivindica ahora como potente antioxidante y esencial para el sistema inmune. Investigadores chinos y estadounidenses afirman que es la fuente natural más rica en ergotioneína

Autor: JORDI MONTANER |
Fecha de publicación: 28 de septiembre de 2007
Fuente: http://www.consumer.es

Un estudio publicado en la revista Journal of Nutrition da fe del potencial antioxidante de los rústicos champiñones (Agaricus bisporus) y apunta que el beneficio que su consumo conlleva en la salud podría trasladarse al ámbito de la inmunidad y los cánceres.

Dayong Wu, científico del Laboratorio de Inmunología Nutricional de la Universidad de Tufts (Massachussets), es primer firmante del artículo en el que se describe la investigación de los efectos de una dieta de champiñones en animales de experimentación (ratas C57BL/6). El estudio se ha llevado a cabo por expertos de la misma universidad junto con investigadores de la Universidad de Pensilvania y de la Agencia China para el Control y la Prevención de Enfermedades Comunicables. A la vista de los resultados, reclaman una extensión de sus indagaciones en clínica humana.

Ergotioneína
El mayor beneficio de los champiñones sobre la salud, suscriben los autores, radica en la ergotioneína, un aminoácido de origen vegetal que abastece de energía (ATP) a las mitocondrias celulares, aumentando el grado de eficacia con que el oxígeno interviene en el metabolismo. El resultado es una mayor producción de CO2 y menor fabricación de ácido láctico. A la par, la ergotioneína actúa en el organismo como poderoso antioxidante, cuyos efectos son particularmente apreciables en el hígado, el cristalino de los ojos y los glóbulos rojos (protege a la hemoglobina de la oxidación).

Si una de las fuentes más características de dicho aminoácido es el germen de trigo, Wu y colaboradores han mostrado en su trabajo que los champiñones poseen doce veces más ergotioneína que el subproducto cereal.

Protección infecciosa y antitumoral
Una de las observaciones más interesantes de este estudio fue que las ratas, alimentadas exclusivamente a base de champiñones, fueron más resistentes a las infecciones, un extremo que los investigadores desean corroborar cuanto antes en seres humanos. «Es la primera vez que se detecta un efecto del consumo de champiñones sobre la inmunidad», explica Wu, «y tenemos motivos para pensar que estos hongos refuerzan el sistema inmune adquirido y constituyen una primera línea de defensa del organismo frente a las infecciones».

El mayor beneficio de los champiñones radica en la ergotioneína, capaz de aumentar la eficacia con que el oxígeno interviene en el metabolismo

Los científicos alimentaron a las ratas durante 10 semanas con polvo blanco de champiñón (0,2-10%) y descubrieron que dicha suplementación aumentó la actividad de las células NK, la producción de factor de necrosis tumoral (TNF) y de interleucina-2 (IL-2). «Se piensa que la inactividad de las células NK está asociada al origen de algunos cánceres y a la susceptibilidad a resfriados y otras infecciones», asegura Wu. Además, los autores del trabajo subrayan que no hubo cambios en los linfocitos T ni en los macrófagos, garantizando además un suministro regular de IL-6, prostaglandina E2 y óxido nítrico. «Todo apunta a que un consumo regular de champiñones protege al organismo [habría que investigar detalladamente en qué medida] frente al desarrollo de tumores e infecciones», concluye Wu.

¿Con contraindicaciones?
Para otro investigador estadounidense, Paul Stamets, de la Universidad de Arizona, este hallazgo no aporta ninguna novedad. Micólogo de profesión, lleva años investigando en Tucson el efecto de distintos hongos en pacientes con cáncer o SIDA y ha patentado el empleo de especies que él mismo ha descubierto con potencial de herbicida a antivírico.

Autor de numerosas publicaciones y libros sobre la curación mediante setas y hongos, Stamets advierte, sin embargo, que los champiñones cultivados a gran escala (de coloración más blanca y pardusca que el champiñón de origen biológico) hacen gala en su composición de un agente químico, la agaritina, «no precisamente protectora frente al desarrollo de tumores». De hecho, se especula con que tenga propiedades carcinogénicas.

La Asociación de Cultivadores del Champiñón estadounidense contraataca garantizando que el consumo regular de champiñones inhibe el desarrollo de tumores de próstata o de mama. Y aportan más beneficios citando un estudio de Lawrence J. Cheskin, de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore), en el que vinculan el consumo de champiñones a un control del peso eficaz a partir de un efecto de saciedad mediante una ingestión hipocalórica.

Una seta universal


Pam Roth
Los tratados gastronómicos atribuyen a los franceses el origen del cultivo del champiñón y su empleo culinario desde hace menos de tres siglos. Pero lo cierto es que este hongo se cultiva en todo el mundo, y los chinos llevan empleándolo desde los inicios de la historia, unos mil años atrás. Además, el consumo de setas es conocido desde la prehistoria. Los egipcios las usaban bajo la creencia de que proporcionaban ya no inmunidad, sino inmortalidad. Los romanos, más terrenales, se recrearon en sus especuladas propiedades afrodisíacas y relegaron el consumo de setas a una exquisitez propia de las clases sociales de mayor rango.

En el estudio de Wu se pone un énfasis particular al hecho de que el champiñón vulgar abarque hoy un 90% del mercado de setas en Estados Unidos, por barato, nutritivo y fácil de obtener. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el hecho de que los demás hongos sean estrictamente estacionales y difíciles de conservar permite al champiñón hacerse con un 55% del mercado mundial de setas. La mitad de los champiñones cultivados se consume en fresco (crudos o guisados), un 45% va destinado a las conservas y el 5% restante se seca.

Los Países Bajos y China lideran el mercado mundial en la producción de champiñones. Ensaladas y pizzas copan la demanda de estos hongos en los alimentos preparados. Como alimento natural, el champiñón tiene la ventaja de no aportar ni sodio ni grasas, así como de tener muy pocas calorías y, en cambio, un buen compendio de minerales y vitaminas, destacando algunas de las vitaminas del grupo B y el potasio.

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jueves, 20 de septiembre de 2007

Frijoles pintos ayudan a bajar el colesterol

Destacan expertos que los frijoles se les considera un alimento muy accesible y barato para todos, rico en proteínas, fibra y minerales

EFE.- El Universal.- Miércoles 19 de septiembre de 2007

El consumo de frijoles pintos, parte fundamental de la dieta de la comunidad hispana, contribuye a la disminución del colesterol, según un informe de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) .
"Los fríjoles se les considera un alimento muy accesible y barato para todos, rico en proteínas, fibra y minerales" , dijo hoy en entrevista Donna Winham, profesora en nutrición en ASU y directora del estudio.
Estos granos forman parte importante de la dieta diaria de la mayoría de los inmigrantes provenientes de países latinoamericanos, así como de las familias hispanas que viven en los Estados Unidos.
Los diecisiete participantes del estudio consumieron media taza de fríjoles pintos diaria por un periodo de ocho semanas consecutivas.
Comieron los fríjoles como ellos quisieron, algunos solamente los cocieron, otros les agregaron otros ingredientes como jitomate y cebolla" , explicó Winham, cuya investigación se concentra principalmente en el consumo de productos diarios para reducir el riesgo de enfermedades del corazón y la diabetes tipo 2.
Indicó que el único requisito fue no los cocinaran con manteca de cerdo o tocino.
"Al final del estudio encontramos que el consumo diario de los fríjoles ayudó para que en promedio los participantes redujeran su colesterol en un ocho por ciento" , dijo la experta.
Manifestó que este resultado es sumamente significativo ya que demuestra que el consumo de un producto que se puede encontrar fácilmente en cualquier supermercado puede beneficiar a la larga la salud de la persona.
Un tercio de los participantes era de origen hispano, entre los 20 y 65 años de edad.
Siguiendo con los resultados, Winham planea dar seguimiento al consumo de fríjoles pintos principalmente entre inmigrantes, ya que -según dijo- otros estudios han demostrado que cuando una persona emigra a EU, cambia su dieta en ciertos aspectos.
"Los inmigrantes comienzan a consumir comida rápida cuando llegan a este país, dejando un poco su comida tradicional" , sostuvo.
En su opinión, la vida diaria de este país algunas veces se convierte en un obstáculo ya que las amas de casa comienzan a trabajar y no tienen tiempo para cocinar fríjoles.
"Algunas de ellas optan por comprarlos enlatados, mientras que otras simplemente los sustituyen por otros ingredientes" , puntualizó.
La investigadora manifestó que también buscará los fondos necesarios para llevar a cabo estudios similares con otros tipos de fríjoles, como los negros, que son sumamente populares en el centro y sur de México y otros países caribeños.
"Las diferentes variedades de fríjoles pueden tener impactos diferentes en su consumo" , agregó.
La investigación fue financiada gracias a un fondo de 187.000 dólares otorgado por la Alianza de Fríjoles por la Salud a través de la Agencia Internacional por el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID) .
La nutricionista señaló que es importante buscar la forma de integrar productos saludables a la dieta diaria, particularmente en hispanos que tienen alto riesgo de desarrollar diabetes.
"El alto colesterol también se relaciona con problemas de la presión alta y enfermedades del corazón" , dijo Winham.
Una de las participantes del estudio fue Esther Martínez, quien reconoció que su familia toda la vida ha comido fríjoles pintos, pero refritos con "mucha manteca" .
"Este estudio fue una oportunidad para mí de hacer un cambio en mi vida y en mi dieta, ya que mi colesterol se encontraba muy cerca de los 200, lo que me ponía en un alto riesgo de desarrollar diabetes" , dijo Martínez.
"Ahora los como solamente cocidos con tomate fresco y chiles verdes, si los quiero refritos utilizo queso o aceite de canola" , finalizó.

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sábado, 15 de septiembre de 2007

OTORGAR PROTAGONISMO AL PESCADO

Pescado sin espinas

Las espinas del pescado pueden suponer un peligro para los más pequeños y existe miedo a que se las traguen o se atraganten con ellas. La solución a este inconveniente es sencilla: ofrecer el pescado en filetes o lomos sin espinas, en lugar de rodajas, hasta que sean más conscientes de lo que están comiendo. La oferta de estas presentaciones sin espina es muy grande, sobre todo en pescado congelado (merluza, halibut, lenguado, emperador, colas de rape...), aunque también se puede pedir que éstos mismos y otros más (perca, mero, rape, atún, bonito, chicharro...) los limpien en la pescadería.

Variar la elaboración

A los niños y niñas les resulta monótono y aburrido comer pescado porque se prepara o se condimenta siempre de la misma manera (frito, rebozado o empanado). La alternativa para que ésta no sea la razón de su rechazo es sencilla: cambiar la preparación, la condimentación y la guarnición que acompaña al pescado; cocinarlo de forma que les resulte apetecible. Empanadillas, croquetas, buñuelos, albóndigas, pizzas, flanes de pescado, lasaña o canelones, en tortilla, con salsas diversas, con patatas, acompañado de verduras, frito, a la plancha, al horno, a la parrilla, relleno... Con una pizca de ingenio, un pescado se puede convertir en un plato muy apetitoso.

Disimular el sabor del pescado

Es un tópico afirmar que a muchos niños y niñas no les gusta el pescado, cuando puede ser todo lo contrario. Bien es cierto que hay quienes lo rechazan porque lo encuentran muy insípido comparado con otros alimentos, mientras que a otros niños y niñas el sabor y el olor de algunos pescados, sobre todo los azules, les resulta muy fuerte.

Para evitar caer en la monotonía de ofrecer siempre los mismos pescados, hay trucos que pueden solucionar este inconveniente. Macerar los pescados con limón, aceite y hierbas aromáticas, acompañarlos de salsas diversas y de guarniciones de verduras y hortalizas, patatas o arroz, son maneras prácticas y sencillas de cambiar el sabor del plato.

Si se cocina hervido o a la plancha, el sabor y olor a pescado está más marcado, por lo que se puede atenuar o disimular su sabor sin ocultarlo del todo, de manera que el niño o la niña vaya identificando y conociendo los sabores de los alimentos que come. Con el acompañamiento de distintas salsas (bechamel, mayonesa, salsa rosa, salsa verde...) y las diferentes formas de preparación (horno, papillote, escabeche, rebozado, empanado...) se suaviza su sabor.

Platos de pescado que "llenen"

El tipo de proteína característica de los pescados, distinta a la de las carnes, hace que los primeros sean, en general, más fáciles de digerir. Eso es lo que provoca que los niños y niñas con más apetito noten el estómago "vacío" a las pocas horas de comer pescado. Aunque esta sensación depende del contenido en grasa del pescado (los azules tienen más grasa y su digestión es más lenta), de la forma de cocinado y de cuál sea su acompañamiento.

Un pescado al horno o guisado y acompañado de patatas, guisantes o arroz, como puede ser un chicharro o jurel al horno con cebolla y patatas panadera, "llena" tanto o más que un filete con patatas.

Aprovechar la oferta ilimitada de pescados

Es frecuente que en la familia o en el colegio se tenga la costumbre de comer sólo 2 ó 3 especies de pescado (merluza, lenguado y sardinas, por ejemplo), y además se cocinan de la misma forma e incluso los mismos días de la semana, lo que puede resultar muy monótono y aburrido para los niños y niñas.

La clave para evitar este problema es ofrecerles desde muy pronto una dieta variada, y de esta manera se está educando su gusto y es más fácil que acepten un mayor número de alimentos. Respecto al pescado y al marisco, la oferta de estos alimentos es muy extensa, como lo es su forma de presentación (fresco, congelado, enlatado, precocinado) y de preparación. La cuestión es probar con distintas especies, encontrar las que más gusten y aprovechar las ofertas de pescado de cada temporada.

¿Pescado fresco, congelado o en conserva?

Hoy en día, gracias a los avances tecnológicos, los alimentos congelados son muy nutritivos porque la congelación no altera sus cualidades. Además, el pescado congelado se conserva en perfecto estado durante más tiempo que el fresco, que se estropea rápidamente. Por tanto, si no se va a consumir el pescado de inmediato, es preferible comprarlo congelado o congelarlo si se adquiere fresco. Además, por lo general el pescado congelado es más barato que el fresco y no tiene desperdicio, está limpio de espinas y sin piel, una ventaja para ofrecérselo a los niños y a las niñas. La oferta es muy variada; merluza, emperador, rape, bacalao, halibut, lenguado, congrio... al igual que la presentación (filetes, ruedas, lomos, troncos, colas, varitas).

Las conservas de pescado son otra opción para hacer más variada la dieta de los más pequeños y se pueden añadir a ensaladas, pizzas, empanadas. También sirven para elaborar ricos bocadillos (de atún, de anchoas o de sardinas), o como ingrediente de platos de arroz o pasta (macarrones, canelones o lasaña). Mantienen muchos nutrientes del pescado fresco como las proteínas de alto valor biológico y las grasas. Hay que tener en cuenta el tipo de conserva; si es "en aceite", "en escabeche" o "al natural", lo que afecta a su valor energético, a la cantidad y calidad de la grasa y también a su sabor.

MANERAS ATRACTIVAS DE COCINAR PESCADO

Sopas de pescado

El pescado que sirve como ingrediente para el cocido proporciona al caldo, sabor y muchos nutrientes.

Una sopa de pescado caliente entona el cuerpo, y puede resultar interesante cuando el niño o la niña llega a casa destemplado o inapetente. Para que sea un plato energético, se le puede agregar pasta fina (fideos, estrellas...), arroz, sémola o patata cocida, pescado desmenuzado.

Primeros platos con pescado "consistentes"

Paella con congrio, rape y gambas; arroz con chipirones; macarrones con sardinas y tomate, espaguetis con atún; lasaña de bonito; patatas con bonito (marmitako)... Estos son algunos nombres de recetas que forman parte de una lista innumerable de platos en los que con la combinación de vegetales y productos de mar se consigue un plato consistente, nutritivo y equilibrado. Con ellos se vincula el pescado a otros alimentos muy estimados por los niños y niñas, como la pasta, el arroz o las patatas.

Ensaladas, ensaladillas

El atún o el bonito en conserva mezclado con las ensaladas es algo a lo que muchos niños y niñas ya están acostumbrados. Esto mismo se puede hacer con el resto de conservas (anchoas, sardinas) y crear ensaladas variadas con distintos sabores. Se pueden ofrecer conservas de marisco (pulpo, mejillones, berberechos...), en ensalada o como aperitivo. O se pueden presentar en forma de brocheta para que comer pescado les resulte más divertido. Por ejemplo: brocheta de langostinos, pulpo y tomates cherry.

Flanes de pescado

Una manera original de comer este alimento. Se pueden servir fríos o calientes, y combinan muy bien con verduras, con lo que se crean platos más variados, vistosos, sabrosos y nutritivos. Algunas sugerencias: flan frío de espárragps y gambas, budín de cabracho, pastel de salmón... y más que pueden encontrar en esta guía.

Relleno de platos: pimientos, croquetas, empanadillas, huevos

Una manera de aprovechar restos de comida o de incluir el pescado y disimular su sabor. Se varía el menú y la presentación de los platos, y se consigue lo que se pretende: que los niños y niñas coman pescado y se acostumbren a su sabor. Se puede hacer más cantidad y se congela, lo que ayuda improvisar una comida o una cena.

En tortilla

Las tortillas o los revueltos que llevan pescado resultan sabrosos y muy nutritivos.

Tortilla de bacalao, revuelto de ajos frescos o espinacas y gambas, de atún, de sardinas o de anchoas... son algunas de las sugerencias que se brindan para comidas o cenas.

En bocadillo

Los embutidos son uno de los alimentos que los niños toman con más frecuencia en bocadillo y la bollería también está a la orden del día. Así que una alternativa muy nutritiva, más saludable, y que les puede resultar deliciosa es preparar bocadillos con pescados en conserva, como, por ejemplo, bocadillo de atún o bonito y rodajas de tomate; de atún y queso; de sardinas y unas gotas de aceite o un poco de mantequilla; de anchoas y queso; vegetal con atún o anchoas; de salmón ahumado con queso a las finas hierbas; de paté de atún; de mojama... El gusto es educable, así que nunca es tarde para probar nuevos sabores. ¡Sorpréndeles!

Pizzas caseras

Incluir trozos pequeños de pescado como un ingrediente más de las pizzas, tan apreciadas por los más pequeños, es una manera más de fomentar el consumo de este alimento. Se puede emplear pescado en conserva, ahumado, congelado o cocinado a la plancha. Si se combina con vegetales resulta un plato muy completo y equilibrado. Pizza de atún, con sardinas o anchoas, con salmón ahumado, marinera (trozos de rape, gambas y palitos de cangrejo)... son algunas de las opciones.

Fuente:http://pescadosymariscos.consumer.es/

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RECETAS:
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INFORMACION ACIDOS GRASOS ESENCIALES:
http://www.asesorianutricional.com.ar/acidos-grasos.htm



lunes, 10 de septiembre de 2007

El poder dilatador de la sandía

El consumo de un vaso de zumo de sandía en cada comida y durante tres semanas podría disminuir, según un estudio, la presión sanguínea

La sandía es tal vez la más estival de las frutas. Su pulpa fresca, dulce y jugosa calma tanto el hambre como la sed. Expertos norteamericanos confirman ahora en un modesto estudio que su zumo podría constituir una fuente natural muy rica en L-arginina, aminoácido dilatador de los vasos sanguíneos

Investigadores de la Universidad A&M de Texas, la universidad de Nevada y la Universidad del estado de Oklahoma han firmado en la revista Nutrition un artículo en el que presentan al zumo de sandía como una nueva y prometedora fuente natural de L-arginina, un aminoácido precursor del óxido nítrico, vasodilatador esencial en la función del endotelio vascular.

El consumo de un vaso de zumo de sandía en cada comida y durante un periodo de tres semanas, subraya la nutricionista y directora del estudio Julie Collins (Colegio Estatal Oriental de Oklahoma), se traduce en un aumento del 18% de la síntesis de óxido nítrico, con la consiguiente disminución de la presión sanguínea. «Estudios clínicos que habían intentado administrar L-arginina de forma oral tuvieron que interrumpirse debido a los efectos secundarios que provocaba esta forma de administración. Con el zumo de sandía se palian las náuseas, diarreas y malestar gastrointestinal propios de la L-arginina, puesto que el aminoácido se incorpora al tracto intestinal en forma de L-citrulina, también aminoácido aunque de acción neutra».

Otra ventaja de la L-citrulina es que, para convertirse en L-arginina, requiere un consumo importante de amoníaco y, de este modo, beneficia también a pacientes con trastornos metabólicos que producen demasiado amoníaco y que aparecen como consecuencia del estrés y de diversas infecciones.

L-citrulina

Los investigadores estadounidenses reclutaron a 23 voluntarios sanos y les asignaron tres protocolos: uno sin zumo de sandía, otro con 780 g diarios de zumo y un tercero con 1.560 g (cantidades que corresponden a una ingesta exacta de 0,1 o 2 g diarios de L-citrulina). Tras tres semanas, el equipo de Collins averiguó que las dosis de L-arginina en el grupo que no consumió zumo de sandía no habían aumentado con respecto a los valores basales, aumentaron un 11% en los del grupo de 780 g y un 22% en el grupo de 1.560 g. Los niveles de ornitina, un catabolito de la L-arginina en su síntesis de óxido nítrico, también aumentaron un 18% en el grupo que consumió más zumo. La duración del ensayo se limitó a tres semanas, ya que en estudios previos llevados a cabo en animales de experimentación se observó un efecto deletéreo de la L-citrulina, alterando los niveles fisiológicos de otros aminoácidos esenciales. «Sin embargo, esta alteración no se ha constatado en la clínica humana», indica Collins. La citrulina, aminoácido presente en la corteza de la sandía, es una potencial sustancia para la exploración de numerosas vías metabólicas del cuerpo humano relacionadas con el sistema cardiovascular. De hecho, los investigadores americanos informan de que la sandía es también una fuente muy rica en licopeno y que, en este sentido, esta fruta podría rivalizar con el mismísimo tomate en la prevención del cáncer de próstata.

Africana y multifuncional

La riqueza en licopeno de la sandía la convierte en un digno rival del tomate en la prevención del cáncer de próstata

La sandía (Citrullus lanatus) es un melón original del África más meridional, cuyas pepitas se distribuyen por toda la pulpa rosácea en lugar de concentrarse en el centro. Su piel exterior es satinada y de coloración verde y pálida.

Los gastrónomos sacan un provecho excelente de esta fruta, empleada tanto en postres como en entrantes en forma de sopa fría. Pese a su sabor dulzón característico, combina muy bien con la sal, el queso fresco y el feta en la composición de numerosas ensaladas. Cortada a trozos y rociada con zumo de lima constituye también un tentempié sano y apetecible. Curiosamente, los expertos en sales marinas de diferente composición y de utilización como condimento suelen ensayar su gusto original espolvoreándolas sobre sandía. Se dice que un poco de sal y pimienta refuerzan más aún el sabor auténtico de la fruta.

A quienes protestan por la confusa disposición de las semillas de sandía dentro de la pulpa, es oportuno informar de que existen variedades sin pepita y que, en las tiendas más especializadas en fruta, se encuentran muestras de ambos tipos. Collins habla, en los resultados de la investigación, de las excelencias del zumo de sandía, y los consumidores equipados con licuadora pueden sacarle partido a sus conclusiones.

Pero los más sofisticados pueden ir aún más allá y ensayar un batido de sandía con helado de vainilla. Se trata de llenar el recipiente de una batidora con dos terceras partes de helado de vainilla y una tercera parte de zumo de sandía. Posteriormente, tan solo remover, enfriar y servir esta bebida tan reconstituyente como refrescante.

El misterio de las cajas de cristal

La sandía se saborea mejor fresca, pero es todo un problema hallar un hueco en la nevera para guardar a una curcubitácea de excesivas dimensiones. Su forma de pelota acentúa, además, la inestabilidad a la hora de ubicarla o desmenuzarla con un cuchillo sin que se escape del punto de corte, patine por su lisa piel y ocasione algún que otro accidente doméstico.

Hace 20 años un agricultor japonés de la isla de Shikoku dio con la solución a estos problemas con el descubrimiento de la sandía cúbica. No se trata de un rediseño genético ni de un proceso de hibridación, sino de habilitar unas cajas de cristal en las germinaciones de la planta para que el fruto crezca adaptándose al cubículo que lo envuelve. Lo malo es que, como ocurre con la suculenta carne de buey de Kobe, las estridencias gastronómicas se pagan muy caras en el país del sol naciente. Una sandía cúbica, cultivada de este modo artesanal, puede costar la friolera de 80 euros, lo que la convierte en una suculencia de primer orden en los restaurantes más exquisitos de Tokio u Osaka, aunque no precisamente en la estrella de los mercados.

Fuente:Autor: JORDI MONTANER | Fecha de publicación: 4 de septiembre de 2007 http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/adulto_y_vejez/Re

Receta con zumo de sandia

http://www.asesorianutricional.com.ar/recetas-ricas-agua.htm#9

lunes, 3 de septiembre de 2007

Los regalos en forma de comida son cada vez más populares

En los últimos años se ha producido un descenso del mercado general del regalo y un fuerte aumento de los obsequios que contienen alimentos, sobre todo chocolate

Según un informe publicado por Packaged Facts (proveedor principal de estudios de mercado en bienes de consumo, comida y bebida y servicios domésticos y financieros), el mercado del regalo alimentario estadounidense ha aumentado un 47% entre 2004 y 2006. Este aumento contrasta con el descenso del mercado general del regalo, debido a un estancamiento demográfico del principal público objetivo (niños y niñas menores de 14 años) y por la imparable sensación del «no saber qué comprar».
Sin embargo, la gente quiere regalar, y la principal solución se ha encontrado, de forma más o menos generalizada, en ofrecer comida como regalo. Quizás porque pueden ser compartidos o porque producirán un placer seguro, los alimentos se han convertido en obsequio.

Para la elaboración del informe se han usado conjuntamente los resultados de dos encuestas, una del Simmons Market Research Bureau, llevada a cabo durante el 2006 con 24.500 consumidores, y otra de Packaged Facts, del 2007 y con 1000 encuestados. En éste, se cita al chocolate como regalo alimentario más popular, respuesta coincidente en la mitad de los participantes. Los dulces en general también son uno de los regalos más recurrente.

El chocolate ha resultado ser también el regalo más barato, ya que los consumidores no acostumbran a pagar más de $20. Sin embargo, el comprador está dispuesto a pagar más si se trata de regalos más especializados. En este caso, un 14% de los encuestados estaría dispuesto a gastar más de $50 (normalmente estos regalos incluyen recipientes que complementan al alimento y que funcionan como un regalo más).

Se espera que el mercado de los regalos alimentarios continúe su tendencia creciente en los próximos años. En total, se prevé un aumento del 45% para el año 2010.


Fuente: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion

viernes, 31 de agosto de 2007

LA IMPORTANCIA DE LAS ESPECIAS EN LA ALIMENTACIÓN

De origen mayoritariamente asiático las especias eran consideradas en la antigüedad auténticos tesoros. Al punto de que se utilizaban frecuentemente como moneda de cambio y algunas llegaron a ser más valiosas que el propio oro. ¿Y qué las hacía tan codiciadas? Pues sus propiedades conservantes, aromatizantes y potenciadoras del sabor así como sus conocidas capacidades terapéuticas. Estas características, sumadas a la ingente variedad de especias y hierbas aromáticas que podemos encontrar en el mercado y a su versatilidad en la cocina las convierten en productos que, sin duda, valen realmente a veces su peso en oro.

Desde tiempos inmemoriales el hombre se ha valido de las especias y hierbas aromáticas para múltiples usos. Las ha empleado como remedio medicinal, como condimento, como conservante, como moneda de cambio, como herramienta en ritos mágicos o religiosos y hasta como regalo propio de reyes y dioses. Hoy se las valora fundamentalmente por su empleo culinario para modificar, reforzar y/o potenciar el sabor de diferentes platos. Nutricionalmente su aportación no es significativa salvo en algunos casos concretos -como el del perejil, muy rico en vitamina C- pero está constatado que muchas son interesantes herramientas terapéuticas con las que aliviar o mejorar en diversas dolencias lo que las convierte en mucho más que un simple condimento.

DESDE LA ANTIGÜEDAD

El doctor Josep Lluís Berdonces dice en su libro Especias y plantas aromáticas. Guía completa de condimentos que refuerzan los sabores y la salud (Océano Ámbar, 2001) que "las especias se producen a partir de cualquier parte de la planta -aromática, se sobreentiende- ya sea la raíz, el tallo, la corteza, la hoja, la flor, la semilla u otras partes específicas de ésta".
Muchas proceden de distintas regiones de Asia y de las Islas Molucas (en Indonesia) que, de hecho, se conocen como "Islas de las Especias". La primera noticia que se tiene de su uso -en concreto de la semilla de sésamo- procede según el doctor Berdonces de un mito asirio que recoge que Dios bebió vino de sésamo la noche antes de comenzar la Creación. También afirma el autor que el cardamomo ya era utilizado por los babilonios cuatro milenios antes de Cristo y que, junto a la canela y la pimienta, fue la primera especia que viajó por el Mediterráneo. Sin embargo, al parecer es la alcaravea la primera de la que se tiene constancia histórica y data del año 3.000 a.C. Bastante tiempo después el médico griego Pedanius Dioscórides aportaría ya datos precisos al recoger sus observaciones sobre el empleo terapéutico del jengibre, la pimienta, la mostaza, la mejorana, el cilantro, el tomillo, el anís y el azafrán en su De Materia Medica (siglo I dC). Desde entonces -a lo largo de los siglos- se han ido ampliando esos conocimientos.
Hoy se ha optado por dividirlas en dos grandes grupos:
a) Las que modifican el sabor o el aspecto. Las más usadas son la albahaca, el azafrán, la canela, el comino, el eneldo, el estragón, el hinojo, el jengibre, el laurel, la menta, el orégano, el perejil, el pimentón, el romero y el tomillo.
b) Las que excitan el paladar. Entre ellas están la pimienta, el clavo, el cebollino o la nuez moscada, entre otras. Ahora bien si la clasificación recogiera las especias más empleadas a nivel mundial los primeros puestos estarían ocupados por la canela, la pimienta, el pimentón, el chile, el cardamomo, el clavo y la nuez moscada. Y si las colocáramos por precios el primer lugar lo ocuparía el azafrán junto al cardamomo y la vainilla.

LAS PRINCIPALES ESPECIAS

¿Y qué tiene de peculiar cada especia? Necesitaríamos páginas y páginas para describirlo dado el elevado número de ellas que se conocen actualmente por lo que mencionaremos únicamente las más empleadas en nuestra cocina:

Albahaca.
Se considera una de las plantas aromáticas de las que siempre deberíamos disponer en la cocina. La conocemos gracias a griegos y romanos y muchos la consideran la "hierba mediterránea" por excelencia aunque proceda de la India. De ella -en sus más de 40 variedades- sólo se emplean las hojas, ya sean frescas o secas. Se recomienda comerla cruda o, si no es posible, agregarla al final de la preparación del plato para que no pierda su aroma. Respecto a su utilidad terapéutica el doctor Berdonces afirma que "presenta un efecto antiespástico y estomacal ya que relaja el tubo digestivo. Su aceite esencial tiene efecto antiséptico, incluso de tipo antibiótico. Se desconocen los efectos secundarios o tóxicos".

Anís.
Es una de las especias más antiguas. Ya la empleaban, por ejemplo, los egipcios. Aparte de para aromatizar panes y dulces sus semillas se usan para elaborar licores como el ouzo griego, la mastika búlgara y el anís. Existen distintas variedades pero en mayor o menor medida todas son útiles como remedio digestivo, especialmente como carminativo, es decir, para reducir las flatulencias. El anís relaja el sistema neuromuscular reduciendo los espasmos o contracciones dolorosas. Cabe añadir que su ingesta aumenta la secreción de leche materna.

Azafrán.
Se considera que fue introducido en España en torno al siglo X de la mano de los árabes que lo empleaban como condimento, como medicina y como tinte. Actualmente nuestro país es, junto con Irán, el mayor productor mundial de esta carísima especia. Se obtiene a partir de los tres estigmas de la flor de una planta que sólo florece durante dos semanas al año. ¿Y por qué su elevado precio? Pues porque además de que su cultivo, recolección y manipulación son muy delicados se necesita casi medio millón de estigmas para obtener un kilo de azafrán. Entre sus cualidades terapéuticas destaca que es un excelente purgante además de anticatarral, expectorante, sudorífico, tónico, sedante y regulador menstrual. También se dice que puede ser abortivo tomado en grandes cantidades.

Canela.
Quizás sea la especia más utilizada en el mundo, principalmente para aromatizar postres. Se obtiene de la corteza interior de un árbol llamado "Canelera de Ceilán" (Ceilán es la actual Sri Lanka) y se puede adquirir molida o en rama. Contiene taninos, pectina, sacarosa, oxalato de calcio y aceites esenciales, entre otros componentes. Es carminativa, estimulante, aromatizante y, en forma de aceite esencial, antiséptica y antibiótica. Además estimula los sistemas nervioso, circulatorio, respiratorio y gastrointestinal.

Cardamomo.
Hay dos tipos: el cardamomo amargo y el blanco. De aroma muy agradable es, junto al azafrán y la vainilla, una de las tres especias más caras. Se la adjudican numerosas propiedades terapéuticas. Así, se dice que tonifica, aumenta el apetito, estimula la digestión y mejora la función renal. Se utiliza en indigestiones, sensación crónica de náuseas y malestar estomacal, vómitos matinales y diarreas prolongadas. También resulta útil al parecer para aliviar afecciones respiratorias y pulmonares. Asimismo ayuda en los problemas de falta de memoria y en casos de fatiga física y mental. Se asegura igualmente que es eficaz en las cistitis y en las irritaciones de las vías urinarias. Y es útil en caso de sufrir palpitaciones

Clavo.
Es una especia muy aromática que conocemos gracias a los árabes y que se usa habitualmente para condimentar salsas, carnes e, incluso, pasteles. Se considera un buen antiséptico y desinfectante por sus propiedades antibióticas siendo útil además para tratar dolencias estomacales, reforzar el hígado y el corazón y mitigar la halitosis o mal aliento.

Comino.
Muy utilizado, especialmente en los países mediterráneos y en la India. Griegos y romanos lo empleaban para evitar el meteorismo y las flatulencias y los árabes lo consideran un buen afrodisíaco. Además parece tener propiedades calmantes y antiespasmódicas. Eso sí, procure utilizar las semillas enteras porque cuando se muele el comino pierde parte de su sabor.

Eneldo.
Pertenece a la misma familia botánica que el perejil y se caracteriza por ser aromático y dulce. Combina muy bien con otras plantas aromáticas y se suele utilizar en la elaboración de salsas, caldos, verduras, pescados y mariscos. Se considera un buen antiséptico pero, sobre todo, un excepcional carminativo. De hecho, la tradición dicta que las tisanas de eneldo son útiles en casos de cólicos, gases y trastornos intestinales.

Estragón.
Además de digestiva se recomienda como estimulante del apetito y para eliminar líquidos. Colocar la raíz en las muelas doloridas produce además un alivio notable. Su uso más habitual es como aliño en ensaladas. Es mejor optar por las hojas frescas para aprovechar todo el aroma.

Laurel.
Griegos y romanos la consideraban una planta tan especial y con propiedades medicinales tan poderosas que incluso a Esculapio -dios romano de la Medicina- se le representa coronado con sus hojas. Pues bien, esta planta sagrada suele emplearse para aromatizar todo tipo de platos entre los que destacan los estofados y las sopas. En cuanto a las propiedades que le reconocían aquellas culturas y que se han contrastado posteriormente destaca que abre el apetito, facilita la digestión y alivia dolencias respiratorias. Además es diurética y reduce los gases. Un truco: si rompe un poco las hojas al añadirlas al guiso se potenciará el sabor que confiere el laurel.

Nuez moscada
Es una de las especias más habituales en nuestra cocina. El historiador romano Plinio El Viejo ya la menciona en su Historia Naturalis que data del siglo I. Desde entonces se le reconocen propiedades para eliminar el mal aliento, rebajar la fiebre, aliviar el dolor de cabeza y prevenir los gases intestinales. Algunas culturas, además, la consideran afrodisíaca. Es útil para acompañar tanto platos dulces como salados pero ¡ojo! porque si no somos cuidadosos con la dosis de nuez que añadimos podemos "pasarnos de sabor".

Orégano.
Es muy típico de las cocinas griega e italiana. Su sabor y olor son tan peculiares que permiten reconocerla fácilmente en cualquier plato, ya sea crudo o cocinado. Precisamente por su aroma penetrante los médicos lo quemaban antiguamente para perfumar y desinfectar con él los lugares donde se producían muertes por epidemia. Hoy se considera recomendable para aliviar la tos y el asma, dilatar los bronquios, hacer una buena digestión y combatir el meteorismo.

Perejil.
Sirve para condimentar prácticamente cualquier plato no sólo por su aroma suave sino porque refuerza el sabor de otras hierbas aromáticas sin enmascarar el del propio plato al que complementa. Es muy rico en vitaminas A y C, y contiene cantidades interesantes de hierro, cobre y yodo. Pero además de por estas cualidades nutricionales el perejil es conocido desde antiguo por sus propiedades terapéuticas. De hecho, según cuenta en su libro el ya mencionado doctor Berdonces, "tanto Dioscórides como Plinio consideraron esta planta como diurética y emenagoga (hacía bajar las reglas)". También se considera que es recomendable para dolencias estomacales, para ayudar a eliminar piedras del riñón y para mejorar el aliento.

Pimentón.
Dulce o picante, contiene abundante vitamina C, flavonoides y provitamina A. Se sabe que ejerce sobre el organismo -especialmente sobre el aparato digestivo- una acción tónica y estimulante. Eso sí, hay que ser cuidadoso con su consumo especialmente si se tiene el estómago delicado ya que en dosis altas puede ser purgante y provocar dolores estomacales. Suele añadirse a multitud de platos pero especialmente a los guisos y estofados de carnes, verduras y legumbres.

Pimienta.
En su día llegó a ser tan apreciada que incluso se pagaba por ella su precio en oro. Existen muchas variedades de pimienta pero las más empleadas -al menos en nuestro país- son la blanca (de sabor picante fuerte pero de aroma suave), la negra (tanto su sabor como su aroma son más intensos) y la verde (es ligeramente picante y su aroma es fresco). Dioscórides decía de ella que "calienta, provoca orina, digiere y limpia la suciedad". En general los expertos prefieren la pimienta entera a la molida pues de ésta se han volatilizado parte de los principios que generan su picante sabor. Lo ideal es tener en casa un molinillo de pimienta para añadirla directamente a los platos.

Romero.
Es una planta originaria de la cuenca del Mediterráneo y a la que se considera muy adecuada para condimentar carnes (dicen que especialmente las de cerdo, conejo, pollo o cordero), arroces, patatas y verduras. Popularmente se afirma que refuerza la memoria y la inteligencia y que da suavidad al cabello. Además se sabe que es hepatoprotectora y que tonifica el organismo en situaciones de tensión baja o fatiga. En muchos lugares se sigue fabricando artesanalmente alcohol de romero que, utilizado de forma tópica, alivia los dolores reumáticos.

Tomillo.
Galeno, el insigne médico griego, lo consideraba el más potente antiséptico conocido hasta entonces. Y precisamente esa propiedad -que permite conservar durante más tiempo los alimentos a los que se añade- le hizo ser tan apreciado en siglos pasados. Hoy se utiliza para aromatizar guisos, estofados, sopas, carnes y pescados así como para dar un toque final de sabor a los platos que llevan tomate. El tomillo se recomienda cuando se sufren digestiones lentas acompañadas de meteorismo y dolencias respiratorias (tos, bronquitis, faringitis, etc.). Además equilibra la tensión, fortalece el pelo, se recomienda para el lavado de heridas y en forma de aceite esencial se considera un antibiótico más potente que muchos de los conocidos.

Vainilla.
Es complicada de obtener y de ahí de elevado coste. Se utiliza para endulzar todo tipo de postres, cremas, helados, natillas y tartas. Actúa como estimulante aromático, digestivo, aperitivo y tónico cardíaco. Se ha recomendado en el tratamiento de la impotencia y en los problemas de disminución de la libido por su carácter presuntamente afrodisíaco.
Finalizamos añadiendo que muchos autores incluyen entre las especias más interesantes el ajo y la cebolla por lo que debemos mencionarlas aunque sea de forma escueta. Sobre las propiedades nutricionales y terapéuticas del ajo hemos hablado largo y tendido en el nº 75 de la revista y sobre la cebolla cabe decir, brevemente, que contiene vitaminas, polifenoles, minerales y distintos ácidos y aceites considerándose eficaz en el tratamiento de numerosas dolencias siendo especialmente útil su acción expectorante en caso de resfriados y congestiones pulmonares.

UN TESORO EN LA COCINA

Para resaltar sabores, para aromatizar guisos, para dar color a los platos... Son muchas, en suma, las utilidades de las especias, un auténtico tesoro botánico que si bien no se caracteriza por aportarnos cantidades importantes sí resulta recomendable para prevenir numerosas dolencias y, en concreto, las asociadas al propio proceso de digestión. De hecho, constituyen uno de esos pocos productos que han dado el salto de la botica a la cocina y ese simple hecho justifica que las utilicemos a diario para dar un toque saludable extra a nuestros alimentos.


Laura Jimeno


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Otras especias y plantas aromáticas

Son muchas las especias existentes y no es posible en tan corto espacio hablar de todas ellas por lo que a las ya mencionadas en el texto central de este artículo añadiremos sólo algunas de las más conocidas y usadas:
Achiote: típica de la cocina mexicana, aporta sobre todo vitamina A y betacarotenos.
Alcaparra: estimula el apetito.
Alcaravea: muy popular en la cocina escandinava. Se la considera estimulante del aparato digestivo, un buen alivio para los cólicos flatulentos y un remedio eficaz para bajar la fiebre.
Angélica: los fitoterapeutas la utilizan contra las infecciones, los problemas hepáticos y las digestiones complicadas.
Cebollino: contiene vitamina C y se le considera estimulante del apetito, digestivo, antiséptico y cardiotónico.
Cilantro: altamente digestivo y sedante. También se le conoce como perejil chino o coriandro.
Cúrcuma: es antioxidante, protege la función hepática y alivia dolencias estomacales. Puede sustituir al azafrán en los platos de arroz.
Curry: no es una especia en sí misma sino la mezcla de entre 16 y 20 variedades. Se prepara con cilantro, comino, canela, cúrcuma, clavo, mostaza, apio, pimienta negra, guindilla y ajo, entre otras.
Enebro: tiene sabor similar a la canela. Estimula el apetito y es antiinflamatorio y antiséptico.
Hierbabuena: pariente de la menta pero de sabor más suave.
Hinojo: facilita la digestión y posee propiedades diuréticas, antiinflamatorias, estimulantes y antiespasmódicas.
Jengibre: purifica la sangre, combate la flatulencia, facilita la digestión y alivia los síntomas del resfriado. Se considera antirreumático.
Mejorana: estimula la producción de jugos gástricos.
Menta: estimulante, carminativa y expectorante reduce además la fiebre y alivia los vómitos. De ella se conocen más de mil especies.
Mostaza: ya los asirios y los sumerios -en el tercer o cuarto milenio antes de nuestra era- la conocieron. Es un potente estimulante digestivo pero no se recomienda a las personas de estómago delicado.
Salvia: combate las afecciones gastrointestinales. Es diurética, reduce los sofocos propios de la menopausia y es útil para hacer gárgaras en caso de faringitis.
Sésamo: contiene ácidos oleico y linoleico además de vitamina E.


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Usos más frecuentes de algunas especias

Una de las principales propiedades de las especias es su innegable capacidad para potenciar el sabor de los platos a los que se añaden. Pero, ¿a qué plato le va bien qué especia? Los expertos en cocina afirman que determinadas especias son el acompañante ideal para determinados alimentos. Las combinaciones más adecuadas -al menos de las especias que nunca faltan en las despensas mediterráneas- son las siguientes:
Albahaca: con huevos, pescados, mariscos, legumbres, algas, judías verdes, berenjenas y tomates.
Azafrán: con arroces y pescados.
Canela: en postres y helados.
Clavo: en carnes y salsas para pescado.
Comino: con legumbres, arroces y verduras cocinadas. Si se tuestan ligeramente las semillas se resalta aún más el sabor de esta especia.
Eneldo: acompañando pescados, sopas y huevos.
Laurel: en carnes, legumbres, sopas y un sinfín de platos
Nuez moscada: patatas, carnes, quesos, cremas de verdura y algunos postres.
Orégano: quesos, ensaladas, arroces, pizzas, pasta, etc.
Perejil: ingrediente de numerosos platos, ensaladas y salsas.
Pimienta: para todo tipo de platos.
Romero: asados, patatas y patés.
Tomillo: caldos, pescados y verduras.

Fuente original:http://www.dsalud.com/alimentacion_numero79.htm

RECETAS NATURALES: http://www.asesorianutricional.com.ar/recetas.html