Esta sustancia es la responsable del color rojo o anaranjado que presentan algunas frutas y verduras.
El licopeno pertenece al mismo grupo que el beta-caroteno, pero sin transformarse en vitamina A.
Por este motivo se llegó a pensar que no tenía importancia fisiológica, aunque muchos estudios han demostrado que posee numerosos beneficios para la salud.
Las fuentes del licopeno
Aunque el tomate es la mayor fuente de licopeno, también lo son otras verduras y frutas que presentan colores intensos como la sandía, la papaya, el albaricoque o el pomelo rosado.
En referencia al tomate, el alimento que lo concentra en mayor cantidad, hay que considerar que existen factores que afectan a su asimilación en el organismo, como su madurez, las distintas variedades o la forma de cocinarlo, todos influyentes en la cantidad y el grado de aprovechamiento del licopeno.
El tomate frito es el que mejor actua como antioxidante, ya que asimila muy bien el licopenoDe este modo, cuanto más rojos y más maduros están los tomates, mayor es el contenido en este pigmento. Por ejemplo, algunas variedades, como los tomates «tipo pera», son diez veces más ricos en licopeno que un tomate de ensalada de unos 200 gramos, que contiene alrededor de 4 miligramos. Además, si los tomates frescos son muy ricos en esta sustancia, todavía lo son más aquellos que han sido sometidos a la acción del calor. Así, el tomate frito, el ketchup, el tomate asado o el jugo de tomate obtenido a partir de concentrado contienen licopeno de mejor asimilación que el tomate crudo.
De todos ellos, es el tomate frito la forma en la que mejor se asimila esta sustancia, ya que además del calor hay cierta cantidad de grasa, lo que hace que el licopeno (soluble en grasa) se asimile mejor. En concreto, su presencia en el tomate frito es de unos 25 miligramos por cada 100 gramos, mientras que en el tomate fresco es de en torno a los 2 miligramos por cada 100.
Sus beneficios
El licopeno es un carotenoide que actúa como antioxidante, protegiendo a las células de las alteraciones que derivan del estrés oxidativo, es decir, de la acción nociva de los radicales libres.
Los estudios sobre el licopeno se centran principalmente en su potencial acción contra el cáncer de próstata, si bien parece ser que también podría tener beneficios en otras afecciones de la salud como la hipercolesterolemia y el síndrome de degeneración macular, la principal causa de ceguera a partir de los 65 años.
En la actualidad se desconoce el consumo óptimo de licopeno. No obstante, en relación al cáncer de próstata, cantidades de 6,5 miligramos al día se han demostrado efectivas para ayudar a reducir el riesgo.Fuente original: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/complementos_dieteticos
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