El equilibrio en la alimentación es también el equilibrio en el consumo de frutas y verduras crudas y cocidas.
Las hortalizas pueden consumirse crudas o cocidas.
Muchos estudios indican que las hortalizas crudas tienen mayor poder contra el cáncer. Sin embargo, esto no siempre es cierto en los alimentos ricos en betacaroteno. Un poco de calor modifica la forma del betacaroteno, facilitando su asimilación. Por lo tanto, es más probable que se asimile una mayor cantidad de betacaroteno cocinando ligeramente las hortalizas, dice el investigador John Erdman, Jr., Ph.D., de la Universidad de Illinois, en Urbana.
Así mismo, se asimila más licopeno, otro antioxidante poderoso contra el cáncer, cocinando el tomate en lugar de consumirlo crudo, según los últimos estudios realizados en Alemania.
El calor tampoco afecta a otros carotenoides anticancerosos importantes, como la luteína contenida en las hortalizas de hojas verdes.
En cambio, varios de los agentes anticancerosos mas frágiles, como los índoles y la vitamina C, son destruidos por el calor. Por esa razón también se deben consumir grandes cantidades de hojas verdes crudas, entre ellas lechuga, espinaca, bróculi y las crucíferas, como el coliflor y el repollo. Si se cocinan, debe ser levemente, para preservar sus mayores beneficios para la salud. Fuente: foro de nutriologiaortomolecular.org
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